viernes, 9 de agosto de 2013

Tres historia de una enfermera cubana



La llanura camagüeyana, salvo ciclones de temporada una que otra vez, parece sustentada sobre una firme geologÍa que acasoSu formato se ha estremecido sin que nadie lo haya advertido.
En esa geografÍa nació Mirtha Pi Hernández, enfermera intensivista que aprendió a luchar por el rescate de la salud e insertar sus conocimientos en el programa que el país lleva a cabo con eficiencia y experiencias.
 
Graduada en 1992 se desempeñó en el Hospital Provincial Manuel Ascunce Domenech, en la ciudad de Camagüey

Un día partió con un contingente cubano hacia Haití en el conjunto de la colaboración médica a la hermana república. Dos días después de su llegada y apenas abrió los ojos al nuevo paisaje, sucedió el espantoso terremoto que desoló a Puerto Príncipe con una secuela de cientos de muertos y mutilados, luego a poco y en sucesión estalló la epidemia de cólera contra la que se combatió sin descanso en condiciones a veces increíbles.
No creas, todavía estoy asustada-- sonríe Martha a la hora del recuento ---nadie que estuviera allí va a olvidar nunca.