Las
Tres Banderas ya no existe. Se desplomó con todos sus inframundos de
ecos y sombras varados en aquella desesperanza burladora de la
repetida historia de que a lo mejor para el año que viene....
A
Las Tres Banderas se entraba como quien llegaba a la ultima estación
de la vida. Los perdedores y los desamparados. Para quienes no
existía un mas allá cualquiera que fuera el vendaval de miseria que
les tocara enfrentar. En ese puerto oscuro se subía por una
estrecha, oscura y maloliente escalera que conducía recto a un
infierno de miserias y hambre compartida, marisma donde muchos
fondearon para siempre mientras que a otros los disperso la vida sabe
dios hacia que calle,que presidio o que tumba.