El
conductor del bicitaxi detuvo su vehículo ante el monumento que en
el Casino Campestre rinde eterna memoria al soldado desconocido del
Ejército Libertador y explico con aire de experto a los dos
extranjeros que transportaba; “Esta
es la estatua de Elpidio Valdés, el muñequito que sale por la
televisión”.
Así de sencillo.
Mi
compañera de trabajo incrédula y todo se rió mucho de la anécdota
y entonces me dio el pie forzado. Esto no es nada, me dijo, pues yo
tengo algo mejor. Hace poco coincidí con un grupo de visitantes a la
puerta del Museo de la Medicina, casona donde vivió Carlos J Fínlay,
en ese momento un “guía” les informaba que en esa casa había
nacido el inventor Finlaí. Como intervine para aclarar la nota eso
me valió, en vez del agradecimiento, no sé cuantas palabrotas de
aquel cabrón.