Hace
muchos años, un insigne colega acuñó la frase Churricultura
para dignificar esa magnifica corriente musical que navega entre lo
churresco y el arte kirch, pero que se mantiene como paradigma de
compositores, churricantantes y parecidos productores y promotores de
radio y televisión.
En
realidad existe una infinita cantidad de bailes y estilos y en todos
los tiempos unas fueron criticadas más que otras. Pero la sabrosa,
la que de verdad nos hace lamentar las causas por lo que los monos
descendieron de los árboles para dar paso a homo sapiens, es la
Churricultura.
Qué
Bethoveen ni Verdi, y ni hablar de Adalberto Alvarez y su Son, toda
esa gente son obsoletas en sus obras, anacrónicas en el tiempo,
pasados de moda, guarapachosos de otra generación que no estaban en
na.
A
veces uno tiende a colocar en solfa la muy selecta y pregonada
cultura musical cubana, que a pesar de ser promovida por los Medios
de Comunicación, a la larga parece estar conservada en formol en
algún Social Club nutrido por unos pocos ciudadanos bailando el
Bombín de Barreto. Lo que se multiplica como la verdolaga es esta
corriente musical churriculturosa diseminada como aerosol
matamosquitos cuyo ritmo usted la puede encontrar en un acto
infantil de fin de curso, en una fiesta de quince, en una ceremonia
de doctorado o en una despedida de duelo.
Por
supuesto que como epidemia al fin y al cabo la contaminación se
extiende, por eso es común encontrar en todos esos programas
churripayasos, churrimaestros de ceremonia, churrilocutores y
churrioperadores de audio que son los que más gozan.
Como
la nueva onda musical tiene numerosos cultores, es lógico que exista
una gran competencia de cantautores para ganar el favor del
antipúblico. Cada cual busca siempre ofrecer efectos novedosos que
permitan remover la pasión y el romance de un nuevo capítulo.
Observen la letra de esta genial composición poética que logró
unir en apretada simbiosis al amor con el deporte, pues liberado el
cantante de algún triángulo pasional invita a su compañera a
introducirse en el mundo de la gimnasia rítmica; “Ae,
ae, aeooo /si tu marido te dejó / vamo a dar cintura lo do / lo do /
lo do /a dar cintura lo do / ae, ae, aeooo”
¿Conocemos
otro caso de parecido patrimonio cultura como este?. Nuestro insigne
González Allué se hubiera muerto antes de envidia de haber conocido
esta inspiración.
Por
otra parte no hay dudas del efecto que han logrado en la conciencia
de estos compositores nuestras campañas insípidas, insistentes y
constantes en favor de la mujer. El razonamiento inculcado llega a
favorecer a la mujer cubana al extremo de escribir obras como estas;
“ Eres
una giribilla bandolera / una atracanauta del amor / una jodida
jineteras que te mereces un gaznatón” ¿Lo ven?. Luego de eso ya
no hay nada que hacer como no sea evocar con nostalgia los tiempos de
la Santa Inquisición para poder invitar a una gira de trabajo al
ilustre Torquemada, artífice de la quemasón de diez mil herejes.
Cosa que podria venirnos muy bien por estos días.
Lo
doloroso es que los churricultores en sus comienzos formaron parte de
nuestra legitima sociedad. Se educaron en los iguales colegios que
todos nosotros. Tuvieron las iguales oportunidades de superarse. Pero
me temo que ellos arrancaron con ventaja en la vida. Bastó conque
tuvieran una voz de papel de lija, que aprendieran a utilizar frases
de impacto capaces de ser analizadas por la corteza cerebral de
quienes tienen menos de dos dedos de frente para resolver la
ecuación que plantean algunas der sus canciones, por ejemplo; “Oye
mamita / si te gusta la moringa yo te voy a dar con la ..... la la la
la”. Y dejan la solución en el aire, para que cada cual saque
sus propias conclusiones.
Considero
que la Churricultura no fuera completa si el cantautor a la
vez no fuera capaz de salir en ripios ante la pantalla de la
televisión o subir en esa atractiva facha a los escenario, por
supuesto que con espejuelos oscuros aunque sean las doce de la
noche.Así que el desvestuario es parte de esa corriente culturosa.
El gesto soez. La facha guaposa. La mirada torcida. La cara de
ganster malcomido.
Hoy
existen personas inconsecuentes que dicen no comprender el espiritu
emprendedor de las letras de esas canciones. Unas porque no oyen con
claridad lo que dicen los cantantes, cosa que no importa para nada
pues a veces lo que para uno es “tevoacogepoel cuello papatearte
el buche” para otro significa “tevoacoser el aquello pa
pagarte erdulce” ¿Y acaso no será; “eres como el hogar
del cielo para adorarte esta noche?”
Precisamente
eso es lo bueno, porque con una sola canción tienen a mano versiones
que cada cual entiende a su modo y manera.
Claro,
no seamos tontos, algunos se superan así mismo, y por eso siempre
hay mejores obras. Admiro a los que con un movimiento de brazos,
como quien va a sacarnos una patada voladora de primer dan, se encima
al micrófono y nos amenaza diciendo con voz de vagina;“Grafff,
ufff, ufff, ooouuugraff” . Eso es lo máximo.
Por
supuesto, como vivimos en un país democrático hasta el desespero,
cada cual puede interpretar lo que quiera de la música
churriculturosa.Para eso es la libertad de expresión. ¿Y quienes
somos nosotros, ignorantes de la Churricultura para criticar
esta corriente contemporánea y lo que ella ya está representando
en parte de nuestra juventud?.
Lo peor está por venir, pues por ese camino que nos
depara el futuro inmediato,lo único que ahora nos falta es el el diluvio.
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