El abogado Nicolás Gutiérrez Castaño,
conocido entre sus socios como Ricky,
nació en Costa Rica, pero su ciudadanía es estadounidense. Nunca ha
visitado
Cuba ni tiene porque añorarla, y por lo que se dice ni falta que le
hace ya que todo lo que tiene que saber de nuestro país lo ha
logrado a través de mapas geográficos, documentos notariales y lo
que le cuentan.
A pesar de ese divorcio Nicolás
Gutiérrez es el presidente de la Asociación de Hacendados Cubanos
en el Exilio, con sede en Miami, capitulo que le ha permitido buenas
ganancias toda vez que su bufete se ha dedicado, desde 1996, a
asesorar a reclamantes que acuden a él en busca de servicios que,
por supuesto no son gratuitos. En realidad el Dr, Gutiérrez es uno
de los principales reclamantes, ya que como miles de
cubanoamericanos, no pierde la esperanza de lograr en principio una
indemnización por “daños y perjuicios” por los bienes
expropiados en la isla a su familia a partir de 1960, entre ellas,dos
centrales azucareras, quince fincas ganaderas, un banco y varias
colonias de caña. Y además
una buena parte de la ciudad de Cienfuegos y las grandes extensiones
de tierras que llegan hasta la ciudad de Santa Clara.
Gutiérrez que de alguna manera le hurto
el cuerpo a formar parte de la Brigada 2506 para venir a reclamar
personalmente desde las arenas de Girón lo que dicen le expropiaron,
cuando en realidad todos esos bienes fueron abandonados en la
estampida a partir del-primero de enero de 1959, se ha dedicado por
décadas a lograr que el gobierno de Estados Unidos-Congreso y
Administración,-conviertan en realidad su delirante empeño por
regresar al pasado.
Es interesante conocer que este
personaje, cuya familia estuvo entre las amistades preferidas por el
dictador Fulgencio Batista a partir del golpe del 10 de marzo de
1952, tiene también el mérito de haber recomendado a George W. Bush
limitar a una vez cada tres años las visitas de los cubanoamericanos
a su país de origen.
Valdría la pena, para saber de quien
estamos hablando, adentrarnos en los entre telones de este Gutiérrez
Castaño, bisnieto aventajado de Nicolás Castaño Capetillo, pobre
emigrante de la región minera de
Sopuerta, en la provincia de Viscaya, asentado en Cienfuegos a partir
de 1849 y buscavida en diferentes empleos durante años, hasta que
con el inicio de la Guerra de 1868 sentó plaza en el reaccionario
batallón no. 1 del Cuerpo de Voluntarios del Ejercito Español en
Cienfuegos, donde alcanzó el grado de teniente
En marzo de 1871 el Capitán General de la
Isla Blas de Villate y de la Heras, Conde de Valmaseda, dispuso la
creación, de la Junta de Bienes Embargados, organismo a cargo de
confiscar, sin compensación, las propiedades de los patriotas
cubanos. Y aunque hubo. enérgicas críticas contra el abuso y la
corrupción en la ejecución de los embargos, su administración, y
el posterior proceso de restitución parcial de los bienes
embargados. nunca llego a ejecutarse, sino que causaron o la miseria
y persecución de muchas personas inocentes que empezaron a apoyar la
insurrección. Estas injusticias se debían a la falta de moralidad
entre los corrompidos administradores coloniales quienes se
beneficiaban de quienes participaban en la lucha por la independencia
nacional, al pasar toda esa riqueza a manos de españoles
recalcitrantes y criollos traidores. En muy poco tiempo, el teniente
Castaño comenzó a ser llamado “Don Nicolás”. llegando a ser
considerado, en los primeros años de la República, como uno de los
hombres más ricos de Cuba. De esa manera tramposa y al amparo del
colonialismo del que fue siempre
fiel servidor, Don Nicolás se hizo de lo que ahora el bisnieto
pretende “recuperar” para sí. Su propósito implicaría despojar
a miles de familias de Cienfuegos y Santa Clara y a incontables
pequeños campesinos y cooperativistas de sus viviendas y de las
tierras que son suyas como fruto de las leyes y la obra de la
Revolución.
Tanta es la insensatez del bisnieto del
vizcaíno que en oportunidad de la reunión sostenida el pasado 17 de
abril en Miami por los ex prisioneros de Giron. el espectáculo
presidido por John Bolton,
consejero de Seguridad Nacional de Estados, fue resumido nada menos
que por el abogado Gutierréz, quien a plena fanfarria dedico un
piropo a Trump al declarar sin una pizca de vergüenza; “¹!Ni
en nuestros sueños más febriles pudimos concebir que un gobierno de
Estados Unidos lo haría. Ninguno lo hizo nunca. Olvídense de
Reagan. Olvídense de Bush!”.
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