Desde
la medianía 1950 ya la familia Mendoza Reboredo ocupaba la vivienda
marcada con el numero 5 A (actual no. 410) en la calle Segunda
Paralela, entre Miguel Ángel Núñez y Alfredo Adan, en el reparto
Vigía.
Por
esos años Jorge Enrique era maestro de Historia y yo estudiante
desocupado, pero ambos habíamos matriculado en la Escuela
Profesional de Periodismo y como éramos vecino de barrio encontramos
bien estudiar juntos en su casa. Con cada examen esas sesiones
arreciaban y como Jorge Enrique un tenaz alumno no pocas veces me
costaba trabajo seguirlo en aquellas sesiones que duraban hasta la
madrugada.
Confieso
que aunque motivados con el proceso revolucionario que deslindaba el
país, nunca tocamos el tema en profundidad y cada cual guardo sus
acciones a pesar de que de vez en vez nuestras sesiones de estudio se
interrumpían por la llegada abrupta de visitas de jóvenes
bulliciosos que a veces el parecía estar esperando pero otras no,
entre estos a Alfredo Alvarez Mola a quien yo conocía de las
andanzas espeleológicas.
Poco
después la situación política del país se complicó, arreció la
represión policial y la escuela termino de cerrar como hicieron
todos los restantes centros superiores. Como tornado la vida nos
separo a todos y ya solo supe de mi amigo a través de las emisiones
que desde la Sierra Maestra realizaba en la Radio Rebelde, a donde
fue enviado por el Movimiento 26 de Julio.
Hace
apenas unos días, 58 años después, regresé a Segunda Paralela
410. Me llevó de la mano mi profesión periodística aunque Jorge
Enrique hace 21 años que murió,.
Me
llamó la especialista Lic. Niuri Lago Navarro, profesora de la
Escuela de Oficios Francisco Sánchez Betancourt, de la Oficina del
Historiador de la Ciudad de Camagüey, para decirme que sus muchachos
concluían una reparación capital en “la casa de Camilo”,
cuestión sin dudas de interés para la prensa.
La
vivienda, de común arquitectura moderna de placa y tejas fue visita
constante de miembros de la acción juvenil de Partido Revolucionario
Cubano (Ortodoxo), entre estos Jesús Suárez Gayol y Cándido
González También hizo estancia allí el Dr, Armando Hart Dávalos
en noviembre de 1955 durante su visita a nuestra ciudad para el acto
de desvelar en el Pre Universitario una foto de Abel Santa Maria y
fue también allí cuando al amanecer del 24 de octubre de 1959 Fidel
llamó por teléfono a Jorge Enrique, entonces Jefe de la Zona de
Desarrollo 18, del Instituto Nacional de Reforma Agraria, para darle
a conocer la conspiración fraguada por Huber Matos y orientarle
medidas para llamar a la unidad revolucionaria como puño capaz de
contra restar aquella conspiración.
Desde
entonces la vivienda también fue visitada en más de una oportunidad
por el comandante Camilo Cienfuegos , lugar donde comenzó a recibir
a numerosas personas que acudían a conocer, conversar y saludar al
comandante Camilo. Es por eso que desde entonces la vivienda es
conocida como “la casa de Camilo”. Confieso que desconocía esa
parte de la historia de la vivienda de los Mendoza.
Hoy
la casa se restaura de sus achaques de años y la placa conmemorativa
colocada en la fachada es puerta a la historia. Conversando con Niuri
y con los alumnos de la Escuela de Oficios pienso en las sorpresas
que te da la vida y las vueltas insospechadas por las que
transitamos. Buen esfuerzo este detalle no olvidado de la Oficina del
Historiador para preservar “la casa de Camilo” en Camagüey
Foto; Otilio Rivero Delgado
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