Camagüey.-La
mayor importancia del libro:
“Impactos del cambio climático y medidas de adaptación en Cuba”
a
juicio del meteorólogo Roger Rivero Vega, uno de los tres auditores
de esta obra, es que constituye el primer volumen publicado en papel
que recoge, de modo científico documentado, el significado ese
fenómeno para el país, las tendencias de las principales
variables climáticas, cómo se espera su evolución en el futuro y
la repercusión en diferentes sectores de la economía.
En
el compendio del texto de más de 400 páginas, distinguido como el
logro de mayor notoriedad ambiental en el 2014 del Ministerio de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, intervinieron, además del
camagüeyano Rivero Vega, quien es a la vez vicepresidente de la
Sociedad Internacional de Meteorología Agrícola, el Doctor en
Ciencia Eduardo Planos Gutiérrez y Vladimir Guevara Velazco, ambos
del Centro Nacional del Clima del Instituto de Meteorología.
Citó
que allí están presentes las referencias sobre la agricultura, los
recursos hídricos, zonas costeras, los asentamientos humanos y la
salud y reiteró que esa investigación es una referencia única para
los planificadores y ejecutores de planes de desarrollo, porque “no
tiene sentido prever el futuro, sino tenemos, al mismo tiempo, una
visión de cómo nuestro clima va a evolucionar y estaríamos negando
que esos cambios van a influir en todo lo que construyamos y la forma
en que vivimos”.
“Tenerlos
en cuenta en todos los planes de desarrollo es vital y aunque el
desarrollo del turismo no resulta un capítulo independiente del
libro, también va a estar en dependencia de la evolución del clima
porque gran parte de la motivación y de los incentivos para la
atracción de los turistas radican en los recursos naturales de
nuestra tierra, su clima, paisajes y todo eso, de algún modo, va a
ser modificado progresivamente, de acuerdo con los modelos de cambio
estudiados hasta ahora”.
A
otra pregunta acerca del IV Congreso sobre Cambio Climático,
previsto durante la celebración de la X Convención Internacional
sobre medio ambiente y desarrollo, del 6 al 10 de julio próximo en
el Palacio de Convenciones de La Habana, bajo el lema: “Por
un futuro +equitativo+próspero+pacífico+justo!,
el entrevistado subrayó la importancia del evento.
En
relación con el aporte de Cuba en materia de cambio climático y de
si ha ayudado a tener una visión más abarcadora del fenómeno,
resaltó su convicción de que sí, pero, sostuvo, que antes de
hablar de la escala global hablaría de las inferiores.
“El
libro no recoge todo lo que hayamos estudiado anteriormente en
relación con el cambio climático, eso sería prácticamente
imposible en un libro de 430 páginas. Ha habido informes anteriores
con otros escenarios, enfoques y metodologías, quizás, pero no
llegaron a ser impreso, están en manos de las instituciones o de los
autores”.
Reiteró
que es la primera vez que se logra compendiar un texto, los
resultados alcanzados en la presente etapa del conocimiento de la
comunidad científica cubana acerca del cambio climático y, por
tanto, aunque en el libro se hace referencia en su mayoría no están
disponibles en factura de papel para llegar a los sectores más
amplios de la población.
La
provincia de Camagüey está empeñada en montar centros de
enfriamiento para mejorar la calidad de la leche y razoné con Rivero
Vega que me recordaba en mi infancia de los llamados temporales y en
esa época no había tanto calor, y que en mi parecer ello justifica
esas inversiones en zonas rurales.
Manifestó
que el clima ha cambiado , la situación hoy, con toda seguridad, es
más difícil para la conservación de un producto como ese . “Si
no es sometido a refrigeración en un plazo breve de tiempo puede
ocurrir lo contrario. No es solo el clima el que ha cambiado sino
otras condiciones de producción, de almacenamiento y transporte
diferentes a antes”.
Con
su amplio bagaje de conocimiento recordó que esos centros fueron
objeto de un proyecto de investigación, llamado FOCAL, en el cual
participó la provincia de Camagüey con una muestra para determinar
cuál sería el procedimiento general a llevar a cabo para que esa
idea rinda los resultados previstos.
“Toda
acción tecnológica de este tipo requiere indudablemente de una
disciplina tecnológica y laboral de alto nivel, dedicación de los
trabajadores y especialistas y un uso adecuado de los medios no se
cumplirán los propósitos.
“Si
no actuamos en la producción acorde a las condiciones climáticas
que experimentamos hoy no podemos esperar grandes logros productivos
y no lograremos desarrollar la economía sostenible”.
Finalmente
comentó que el libro en cuestión no puede considerarse como una
obra aislada, tenerla presente en un contexto determinado, es una
contribución del colectivo de autores a la confección de la II
Comunicación Nacional de la República de Cuba al Convenio Marco de
Naciones Unidas para el Cambio Climático al margen de otros informes
científicos, incluso, de libros que esperan por publicación.
Enrique
Atiénzar Rivero
Fotos:
Orlando Durán Hernández
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