Las
lozas para falso techos llegaron a la ferretería. Apenas entraron al
almacén ya un comprador avisado adquirió casi toda la carga con
la complicidad de los encargados de la venta. A las puertas de
aquella carnicería aparece un listado de precios de lo que oferta,
pero junto al mostrador estos valores en nada se parecen a lo
enunciado en la tablilla. Por otra parte es una buena broma aquello
de que los productos del agro, según su calidad, tienen diferente
precio. Y dígame si no es frecuente que el arroz o los frijoles de
la canastas básica nos lleguen convoyado con piedras, tornillos o
hierbas.
En
el capitulo de los pesos y medidas la situación es igual de
complicada pues mostrador de por medio el escamoteo recuerda el
manido aforismo de viejos magos; “Mientras mas miras, menos ves”
y todo esto y lo anterior y lo mucho mas con un habitual escenario
del mal trato. El irrespeto. La engañifa descarada y el aumento de
precios de sí porque sí pareciera un mal habitual de nuestra
economía. Fulleros, chanchureros y malversadores han creado redes
que aunque no invulnerables si resultan difíciles de penetrar pues
incluso en algunos casos la complicidad silenciosa o tolerante de la
propia población inclina la balanza a favor de quienes nos roban y
zarandean a su gusto.
Sumemos
a lo anterior que la inspección estatal no siempre cumple con el
papel que le corresponde. Que muchas de las inspecciones
“sorpresivas” no son tales y que el pueblo no deja de sospechar
posibles ciertos maridajes entre supervisores y fulleros porque si
no, ¿cómo es posible que por años y a pesar de quejas de la
población ventiladas unas con ardor por la prensa y otras a través
de cuestionadas oficinas estatales para el caso, la situación mas
que mantenerse se haya agravado?
Estamos
diciendo que estos temas de consumidores y clientes parecen formar
parte del patrimonio histórico del país, pues desde 1979 en
Articulo 227 del Código Penal, que en ese año entró en vigor,
advierte que aquellos que practiquen el engaño al consumidor serán
sancionados con privación de libertad de seis meses a dos años o
con multas de trescientas a mil cuotas, así como al que venda o
ponga a la venta al público artículos incompletos en su composición
o peso o deteriorados en mal estado de conservación. Cobre
mercancías o servicios por encima del precio o tarifas aprobados por
la autoridad u organismo competente, oculte mercancías al público o
niegue injustificadamente los servicios que se prestan en la entidad,
o sea, que desde hace mas de cuarenta años resbalamos sobre el mismo
trillo.
Debemos
definir que según la ley, consumidor es toda persona natural que
adquiera, utilice o disfrute bienes de cualquier naturaleza como
destinatario final, mientras que usuario es aquella persona natural o
jurídica, que utilice o disfrute servicios de cualquier naturaleza.
Vendedor o proveedor es toda persona natural o jurídica, de carácter
público o privado, que desarrolle
actividades
de producción, importación, distribución o comercialización de
bienes o de prestación de servicios a consumidores y usuarios.
Durante
años y sobre este tema Catauro, sección del periódico Adelante
para el intercambio con la población, ha recogido y publicado en
cifras concretas los avatares del sector del comercio, la gastronomía
y los servicios en todas sus aristas, sin que el tema haya dejado de
estar presente entre los primeros lugares de las demandas populares.
En algunos casos recibimos y publicamos la respuestas que nos remiten
las direcciones empresariales de los establecimientos o instalaciones
involucradas con las quejas de la población, unas justificando,
otras aun con discursos de barricada y aquellas enunciando medidas
administrativas que a la postre nadie sabe si se aplican o no. Por
supuesto que existen casos con la callada por respuesta.
Llega
ahora para ser aplicada desde este mes de junio la Resolución 54 del
2018, cuerpo legislativo aprobado recientemente por el Ministerio de
Comercio Interior con el objetivo de proteger el derecho de los
consumidor, reto real para este ministerio si se tiene en cuenta que
en el de cursar de los años ha intentado mucho mas de una vez
establecer la disciplina (¿recuerdan los libros de quejas y
sugerencias?)
Por
supuesto que la Ley encamina a los consumidores y usuarios hacia la
adquisición de bienes o servicios en mejores condiciones de calidad
y precio que permita el mercado, tomando en cuenta las previsiones
legales que rigen al acceso de bienes y servicios nacionales y
extranjeros. Presente ha de estar la información suficiente,
oportuna, clara y veraz sobre los diferentes bienes y servicios
puestos a su disposición en el mercado, con especificaciones de
precios, cantidad, peso, características, calidad, riesgos y demás
datos de interés inherentes a su naturaleza, composición y contra
indicaciones que les permita elegir conforme a sus necesidades, y
todo esto con la promoción y protección jurídica y administrativa
de sus derechos e intereses económicos y sociales, incluyendo la
indemnización efectiva o la reparación de los daños y perjuicios
atribuibles a los proveedores en los términos que establece la
presente ley.
En
su conjunto este documento tiene por objeto defender, y proteger los
derechos e intereses de los consumidores y usuarios, contribuyendo a
organizar, educar, informar y orientar a la población en su conjunto
remarcando los ilícitos administrativos y penales y los
procedimientos para el resarcimiento de los daños sufridos por causa
de los proveedores de bienes y servicios y para la aplicación de las
sanciones a quienes violenten los derechos de los consumidores y
usuarios.
Al
aplicar esta Resolución el Ministerio de Comercio debió reconocer
que la recuperación del sector no se logra solo con buenos
propósitos de documentos firmados y acuñados, sino que su
aplicación compete también a la preparación e interacción de
otras entidades en su conjunto. En realidad este es un tema en
candela no solo por lo tan llevado y traído, sino por los intereses
creados plantados a su sombra, por contubernios y padrinajes de una
economía subterránea siempre presentida pero nunca desenmascarada.
Es en realidad un tema mas serio y profundo de lo que muchos
imaginan.
La
nueva Resolución ministerial para la protección de los
consumidores y usuarios llega en un momento oportuno y dotada de la
fuerza legal necesaria para barrer tanto lastre y escoria que por
años ha irritado a la poblacion, pero a pesar de ello nunca
solucionado. Esperemos que ustedes y nosotros, ante el saqueo que
hacen a nuestros bolsillos, el irrespeto y la burla al trato y a la
calidad, aprendamos ya de una vez a rebelarnos contra el silencio de
los corderos.
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