A
poco de haber publicado Adelante el problemático tema de la
jardinería en nuestra ciudad bajo el titulo de “Flores a
crédito”, investigación periodística donde se pasó revista a
contradicciones burocráticas entre cultivadores de flores para la
venta a la población y el sector de los servicios Comunales,
organismo a cargo de acopiar y distribuir la producción, recibimos
no pocas opiniones de los lectores.
Uno
de los primeros documentos llegó a nosotros desde el Jardín
Botánico Nacional en La Habana, a la firma del Lic. Jorge R.
Aguilar Pérez, Especialista en Proyectos de Desarrollo Local en esa
institución científica. No pasó mucho tiempo sin tener oportunidad
de intercambiar personalmente con Aguilar Pérez, no solo sobre la
floricultura comercial en nuestra ciudad, sino también con otra
óptica en la situación de las áreas verdes.
“El
arbolado de la ciudad de Camagüey,---detalló el especialista---,
incluyendo el del Casino Campestre, el del Zoológico y otros
parques, ha sufrido en los últimos años huracanes y sequías,
sumando a esto las muchas especies de árboles ya viejos, que no
representan la riqueza de la variada flora provincial ni todos
aportan belleza, pues muchos son caducifólios, o sea,árboles que
pierden sus hojas durante gran parte del año. Debemos añadir que
la jardinería en parques, avenidas y áreas públicas también es
pobre en cuanto a variedad florística.
Sobre
el tema encaminado a transformar el verdor de la ciudad, Aguilar
Pérez informó de la existencia del proyecto Camagüey,
ciudad jardín, programa bien
pensado que pretende llevar a estos lugares árboles caracterizados
por sus raíces profundas, capaces de soporten fuertes vientos de
huracanes, así como largos periodos de lluvias o intensos periodos
de sequía. “También necesitamos especies representativas de la
geografía camagüeyana, ---apuntó---,. Especies que posean una
floración capaz de aportar belleza y estética a la ciudad”.
Por
supuesto que en esta idea, y con perspectiva de futuro, no se deber
dejar de detener en cuenta que la siembra de árboles de gran porte
debe realizarse lejos de edificaciones, redes eléctricas,
telefónicas e hidráulicas e Incorporar plantas ornamentales que
florezcan durante gran parte del año y no sean repetitivas,.
Sin
embargo, sin dejar arrastrarse por el entusiasmo, el funcionario del
Jardín Botánico Nacional reconoció las dificultades que un
programa de este tipo enfrenta porque para llevarlo a cabo se
requiere no menos de 5-10 años, dividido en 2 etapas de trabajo: la
primera para crear condiciones para disponer de posturas que deben
mantenerse en viveros hasta alcanzar como mínimo 130-150 cm de
altura o localizarlas y motearlas para su traslado hasta el lugar que
ocupará. La segunda etapa debe sustituir o eliminar las especies no
deseadas, dañadas o viejas, y plantar las que deben formar parte del
arbolado. También dijo que las áreas de jardinería transitan por
una proceso relativamente más corto pero de igual etapas de trabajo.
“Para
este proyecto se propone la creación de 2 viveros centralizados con
capacidad para producir 20 000 posturas anuales, con metodología a
cargo de una Comisión de Trabajo integrada por especialistas del
Jardín Botánico de Camagüey, la Dirección Provincial de
Planificación Física, la Facultad de Agronomía de la Universidad,
la Empresa Forestal, la Oficina del Historiador de la Ciudad, Áreas
Verdes de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, el Centro
de Investigaciones del Medio Ambiente y los cultivadores de plantas
de la provincia”.
Este
Proyecto forestal explico Aguilar Pérez, pudiera ser financiado por
el Fondo de Desarrollo Forestal del Ministerio de la Agricultura a un
costo aproximado de 2.5 millones de pesos, repartidos en 5 años de
labor.
“El
Jardín Botánico de Camagüey, rector del proyecto como institución
científica, podría promomover estudios sobre la localización de la
flora y vegetación autóctona de la provincia, con el apoyo del
Centro de Investigaciones del Medio Ambiente de Camagüey, mientras
que las facultades de Agronomía y Biología de la Universidad, la
Empresa Agroforestal y Servicios Comunales, quienes poseen
experiencia en la producción de plantas en viveros, resultan aliados
en el propósito de alcanzar el objetivo principal del proyecto “
promover una cultura de la naturaleza en función del bienestar
social”
“Para
encaminar esta idea de Ciudad Verde, la Red de Jardines Botánicos de
Cuba, que agrupa a 14 jardines botánicos del país, podría aportar
con marcado beneficio para nosotros experiencia y donativos de
plantas madres y semillas para su reproducción en viveros!.
Con
los pies sobre la tierra este proyecto soñado no dispone, entre
otros varios contratiempos, de los recursos financieros ni de los
materiales necesarios para la construcción de los viveros.
“El
proyecto que presentamos ---recalca Jorge Aguilar---, puede tener
diferentes donantes, tanto para su financiamiento como para los
medios y equipos necesarios para su implementación. Por tratarse de
un proyecto que prevé la incorporación de áreas forestales, es
necesario involucrar al Fondo de Desarrollo Forestal en el
financiamiento del proyecto para los años 2019-2028, otros fondos
para equipamientos e insumos podrán ser asumidos por donantes como
el PNUD, Fondo de Medio Ambiente.
En
realidad el desarrollo acelerado de nuestra ciudad provocó que poco
a poco los árboles cedieran ante la urbanización, quedando solo en
dispersos espacios y patios que poco a poco han desaparecido por
diferentes causas.
La
necesidad de disponer de espacios con un adecuado arbolado, no solo
ha de beneficiar la imagen de la urbe sino mejorar sus condiciones
medio ambientales. En la ciudad es posible elevar el índice de
boscosidad en un periodo de tiempo corto con un beneficio a largo
plazo, lo que contribuye no solo al disfrute de un atractivo paisaje
urbano, a mejorar salud humana y con ello la vida.
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