Supongo
que me sucedió lo mismo que cuando a Newton le cayó una manzana en
la cabeza para darle la oportunidad de descubrir los elementos de La
Ley de la Gravedad.
A
mi no me cayó una manzana en la cabeza pero casi me arrolla un
bicitaxi.
Viene
el hombre embalado ensimismado en un reguetón de lo peorcito
escuchado. Yo que voy a cruzar mirando para el lado de la calle por
donde se supone (error fatal) que debe venir el tránsito, pero él,
con esa tipicidad que caracteriza a algunos de su gremio rodaba desde
el otro lado. El frenazo. El susto. El salto hacia la acera. Alguien
le grito “!Animal!”Y como si con él no fuera. “!Hay
quemirapatóaparte!”. Ladró y siguió en su pedaleo calle
abajo llevándose de paso los efluvios de su musicosa.
Entonces
me dije, voy a escribir un tango.
Fue
como una inspiración divina. Como cuando lo de Newton.
Qué
Gardel ni qué Cristina Kissnech con su acento tan porteño, lo mio
va a ser un tango criollo con todos los condimentos que debe llevar
un tango. ¿No existe acaso en la churricultura criolla la música
fusión? Lo digo porque si Chucho Valdés liga el jazz con el
flamenco y los ritmos comanches, porqué yo no voy a inventar mi
musiquita. Por eso ustedes verán ahora el tango fusión en su raíz
suburbana.
Es
cierto que no tengo idea de como se toca un bandoneón, pero tal vez
un güiro y un timbal me sirvan para darle cuero al aire dramático
de la melodía.
Entonces
me puse a pensar como redondear la idea porque la receta ya la tenia.
Veamos,
¿Cuál es el escenario de un tango?. Primero una pebeta maleva y
arrabalera, luego el gil que espera a la bacana que ríe y canta, o
el otario con el mate lleno de infelices ilusiones. No puede faltar
la traición de la mina con el orlaco embozado para cabecear la garúa
de la madrugada. Y la daga en la entretela para voltear la vida
malamba que le tocó en el quimbo lunfardo. El compadrito de andar
canyengue que le quita el pan a la vieja, el pibe piantao en el
yerbasal a la mandolina con el padre en cana ..... he ahí la cosa.
¿Cuál
es el escenario de nuestros más atractivos vídeo clicks, lo que
promociona nuestra música popular y exporta la curtura nacional como
si fuera lo único que merece destaque?. Bueno, ¿Para qué
explicarlo?. Ustedes lo han visto. Desde las irreconciliables letras de
las canciones hasta el ripierismo de estrafalarios personajes
irrespetuosos en el bullón de oferta demanda y favores recibidos, o
por recibir, en el entrejuego de mecanismos que hace estrellas (o
estrellados) a quienes a uno sorprende la capacidad de cara dura de
algunos para tomar un micrófono y titularse cantantes, o lo que es
peor, cantautores.
Miren
una muestra de lo que se nos repite y nos suministran algunos
programas “juveniles”, lo que por supuesto, dicen, se hace con
toda la intensión de mejorar la educación de nuestro pueblo, cuando
en realidad se han dedicado a deformar, a propósito o no, educación
y cultura.
Pues
tenemos en vídeos y música la timba del solar, la greña del
bárbaro descamisado, la vieja desdentada asomada al balcón de la
cuartería, los niños descalzos saltando sobre charcos de agua, el
negro guaposo miembro de la ANCI a juzgar por los los espejuelos
oscuros, el blanquito desarrapado y sin camisa para mostrar su
síndrome de pancarta dispersa en tatuajes y la jevita jinetera
meciéndose lúbricamente, la botella de ron para santiguarse y el
dominó de la bronca final y todo eso utilizando lo mejor de nuestro
idioma para lo de la identidad, con el repetido estribillo de “!Manos
párriba! .... Lo que sin dudas es un genial aporte a la música
contemporánea.
Ya
tengo algo escrito aprovechando que el tango por su ritmo nostálgico
tiene como pariente más cercano a la habanera cubana, (¿Quién lo
diría?). Lo bueno de éste que estoy tallando es que se puede cantar
a ritmo de milonga o con el traqueteo del rap.
Atiendan
acá.
“Era una grilla mistonga/ retrechera y de gran brillo,/ nacida en la cuartería/ callejón San Anoncillo. (No existe el callejón San Anoncillo, pero es para que pegue. Eso a la gente no le interesa, lo esencial es que tenga ritmo y coloratura)
“Metida estaba la nena/ con un tipo del bulín,/ gran bacán pa el magin/ Vago por naturaleza,/ y cuentero e profesión.
“Era una grilla mistonga/ retrechera y de gran brillo,/ nacida en la cuartería/ callejón San Anoncillo. (No existe el callejón San Anoncillo, pero es para que pegue. Eso a la gente no le interesa, lo esencial es que tenga ritmo y coloratura)
“Metida estaba la nena/ con un tipo del bulín,/ gran bacán pa el magin/ Vago por naturaleza,/ y cuentero e profesión.
“ En
la otra esquina del barrio,/ la nena se había encuerao/ con un socio
bien parao/ y una noche silenciosa/ se rajó media abombada,/
piantando muy apurada/ del barrio donde nació.
“Al nuevo socio cuadro/ ponerle el apartamento,/ que fuera cerca del centro,/ atrayéndola pá la acción,/ en una pieza butin / en un cuarto de pensión”
“Al nuevo socio cuadro/ ponerle el apartamento,/ que fuera cerca del centro,/ atrayéndola pá la acción,/ en una pieza butin / en un cuarto de pensión”
Bueno,
por ahí va la obra, ahora me falta añadir la traición maleva de la
pelandruja que dejó primero al cuentero y ahora abandonará al joven
enamorado por un chino que tiene una hortaliza (me pareció mejor que
tuviera una hortaliza y no que vendiera maní)
Después
no sé si convertirla en un cascajo de la mala vida o hacerla
renvindiacar, regresando al bulín de la cuartería debido a los
consejos de una trabajadora social. (Eso podría darle un cierto
mensaje político a la obra).
Ya
veremos.
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