Rayando yuca no se hace ciencia

A pesar de tantos tropiezos con la misma piedra nuestro gran problema en sector de la ciencia es hacer entender a muchos que ese camino es el único que conduce al desarrollo, lo demás son callejones sin salida. Por eso seguimos rayando yuca y haciendo casabe como los indígenas.

Hoy se trabaja con métodos de hace veinte años sin siquiera imaginar lo que la ciencia ofrece. Por supuesto que la prensa toda comparte con la Dra. Andrea Armas Rodriguez, Delegada en la provincia del Ministerio de la Ciencias, Tecnología y Medio Ambiente, Citma, estas iguales preocupaciones, sin que las señales de alerta parezcan encender bombillos rojos en ninguna parte.

 

“Hay quienes aun piensan, en pleno siglo XXI, que la ciencia no aporta soluciones o que no tenemos la capacidad o los medios para poder aplicarla, --nos dijo la Delegada no hace mucho en el curso de una conversación donde se sacó a colación el tema de la ciencia en el sector de la alimentación--. y como no se da prioridad a los problemas debemos mantener una constante batalla para que los centros de investigación puedan aplicar los resultados de sus estudios y lo conviertan en un servicio científico”.

 A estas alturas, le digo, debemos preocuparnos por el futuro cuando con papeles por delante vemos como un organismo como la Agricultura, por ejemplo, que cuenta con proyecciones productivas muy fuerte en sus empresas haga malabares con una economía llena de perdidas y problemas.

“Y ese es el caso, llegan a ese extremo porque no se aplican las inversiones que se requieren para desarrollar los nuevos conocimientos que da la ciencia, para muchos esa no es la prioridad principal. ---añade Andrea Armas--- Por desdicha este problema no es solo de Camagüey, sino de otras partes del país”

Puede que no tengamos la capacidad científica que necesitamos en días como hoy, digo yo.

“Ni lo pienses,Camagüey tiene sobrada capacidad científica, nuestro problema está en que no le ponemos ciencia a la dirección de los procesos. Lo que estamos haciendo es trabajar sobre la base de lo urgente y no de lo estratégico. La única forma de avanzar es lograr que todos los procesos estratégicos se incorporen a la vida de la investigación, y si nuestra provincia tiene problemas en la producción de alimentos se debe a que los primeros niveles de dirección no tienen claro qué cosa hacer, qué se requiere y dónde voy a poner la ciencia qué necesito en busca de mejores resultados”. 

 

O sea que el mundo de la ciencia para la producción de alimentos es vulnerable por ese costado, pero ¿no existe acaso un capitulo económico en cada organismo para la aplicación de la tecnociencia?

“Si, claro que hay un capitulo de la contabilidad dedicado a la Ciencia, pero esa cifra se utiliza para hacer otras cosas creyendo que eso les va resolver la situación, cuando en realidad lo que hace falta es entender que el resultado de una investigación científica demostrada se tiene que probar en las unidades productivas de las empresas, es allí donde hay que trabajar”.

¿Significa acaso que hay mas oferta que demanda?.

“Esa es la situación. Nuestra Universidad tiene una facultad con altas capacidades y existen numerosas entidades con altos niveles, pero las demandas de investigación tienen que salir del sector productivo que son quienes tienen los problemas. ¿Y qué se hace entonces,? pues que el sector científico sigue haciendo lo que considera mejor y que tal vez no es lo que se necesita en ese momento”.

Por lo que dice hay mucha chapucería en este sector de la producción de alimentos, ¿Qué considera usted?

“Que eso está pasando porque hay un momento en que se deja de pensar y a veces obviamos esa capacidad de usar la mente y proyectarse hacia el futuro”

Pero la gente necesita soluciones rápidas y la alta ciencia puede demorar.

“Muchos de los problemas no se resuelven con la alta ciencia, sino con una buena practica. En la ganadera, por ejemplo, ¿Cuántas soluciones no se encuentran en las practicas que te da la experiencia?. Hay quienes ni siquiera conocen todos los servicios científicos que prestan nuestras estaciones de la agricultura, listas para ir con el personal técnico a los lugares donde están los problemas. Esta el ejemplo de esos productores que hoy tienen resultados positivos luego de la entrega de tierra. Ellos aplican nuevas practicas, se vinculan para ver las variedades mas ventajosas. Buscan qué sembrar en tiempos de sequía”.

Es difícil imaginar que alguien cuestione la aplicación de la ciencia y la técnica como factor de desarrollo.

“Es difícil imaginar pero está pasando. Si no fuera así no estuviéramos pidiendo favores para que alguien a quien le hace falta aplique la ciencia en su trabajo”.

Algunos echan la culpa al bloqueo de años

“Hay una real incidencia en eso, pero esto otro de la practica sistemática nada tiene que ver con el bloqueo. Allí están las personas, los investigadores, los resultados. Lo que debe de cambiar son los métodos de trabajo, ponerle una dinámica diferente a los estilos de dirección, hay que entender que la ciencia y la tecnología es una capacidad que disfrutamos para el progreso”.

¿Dónde está el talón de Aquiles en este sistema de la ciencia aplicada?.

“En la falta de capacidad de dar prioridad a los problemas. Entender y aplicar la ciencia como corresponde y que no necesita ningún recurso económico”.

¿Como está presente el Citma en este mundo?

 “El Citma es complejo, tiene cinco actividades rectoras que son clave; Ciencias y Tecnología, Medio Ambiente, Normalización, Metrología y Calidad, y Gestión Documental que es un área sensible porque se ocupa de preservar la historia de este país. Pero debe preocuparnos que el eslabón mas débil de la tecno ciencia es todo lo que lo que tiene que ver con la actividad agroalimentaria del país, a pesar de un archivo histórico de experiencias y practicas objetivas”.

Nos despedimos de Andrea. En resumen, reflexionamos nosotros, el futuro de la alimentación del pueblo tiene sobre una cabeza la espadas de Damocles; no basta la buena voluntad de querer, hay que aplicar el querer hacer.