Erase
que cuando La Gloria fue The Gloria City, era un espejismo. Después
La Gloria fue un sueño. Después La Gloria fue un olvido. Después
La Gloria fue una leyenda. Hoy La Gloria es un futuro.
A
8 kilómetros de Sola bajando por la loma a medio camino de la costa
fangosa encuentras a La Gloria. Comunidad que alguna vez fue utopía
enredada en leyendas ciertas o falsas y donde hoy se acuna esperanza.
Por
una cerventía lateral, a tiro de piedra del centro del poblado, se
extiende en paños de cultivos la finca La Deseada. Poca cosa.
Surcos, aguadas y potrero con carrileras de frutales y pastos. Si
alguna cosa en su vida deseo Elida
Díaz Cárdenas fue un pedazo de tierra y que le quedaran fuerzas
para hacerla producir.
Las dos cosas y mas tiene porque junto a ella
está la familia en la que el esposo Antonio Ramos de la Torre,
callado y sencillo de costumbre tiene siempre la sonrisa para la
mujer que desde hace mas de 40 años ama.
Elida
hace gala de una memoria prodigiosas donde lleva a punta de lápiz
recuerdos y cuentas. La nueva historia está inscritas desde que esta
tierra abandonada en maniguas le fue entregada y como a pura
tenacidad la han convertido en un centro para la referencia del agro
productivo y sobre todo para la aplicación de la nueva técnica
agrícola. “La técnica de la ciencia agropecuaria”, dice esta
campesina esmeraldense.
“Luego
de limpiar todo el marabú lo primero fue salvar los arboles frutales
trasladándolos de lugar. También estuvo lo de la vivienda, que
primero fue una “chusmita”, digo yo porque era un techo con
cuatro palos. Ahora nuestra vivienda ya tiene presencia.”
Y
se va uno a terreno labrado, a la casa de cultivo, a la charca que es
como un paraíso escondido entre los platanales. A la despedida nos
regala una rosa del jardín. “Todos nos merecemos flores”, dice.
Más
lejos por el terraplén que va a la costa, está Las Mercedes. Pastos
y platanales muy verdes donde además se cosechan frijoles y frutas,
allí Marcos Moimenta Viltres, tiene un emporio familiar. Dos hijos y
la esposa, primos y parientes aferrados a un proyecto de desarrollo
para aplicar nuevos conceptos y estrategias agropecuarias.
“Comenzamos
con dos hectáreas de tierra. El nuevo programa de desarrollo me
ayudo con todo lo que ve; casa de cultivo para la siembra de tomate
y un moderno sistema de riego que sustituyó todas las viejas
tuberías mejorando el abasto de agua en esta zona es pobre”.
Camino
arriba, hacia el norte está la finca El Porvenir donde Luis Isidoro
Leiva, con mas de cuatro años asentados en esta parte de la llanura
costera hasta donde alcanza la vista, se dedica en especial a la cría
de ganado menor, aunque hay algo de ganado mayor con una a buena
parte dedicada a cultivo varios. Hasta entonces eramos productores
empíricos, sin conocer, por ejemplo, nada sobre el manejo de suelos
y abono verdes. El trabajo con la familia da resultados y la
producción se multiplica al punto que ahora tenemos contratos de
ventas con Acopio y Turismo, en especial frutales y plátanos. La
nuestra es la casa de cultivo mas productiva de la zona”.
¿Qué
es este desarrollo sobre la ciencia en tierras con pobres aguadas,
salinas a veces, carbonatadas luego?.
Debimos
haber comenzado con Rosa
Espinosa Rojas quien alguna vez llegó desde Mayarí abajo y que
desde hace mas de diez años es Delegada de Circunscripción y
presidenta del Consejo Popular, La Gloria, en el municipio Sierra de
Cubitas, cuyos 2 532 habitantes se dispersan sobre 51 km2. La Gloria
es uno de los Consejos mas extensos de la provincia y también el
menos poblado.
“Lo
primero es que tenemos gente trabajadora que enfrentó muchos
problemas con la tierra, el agua, las siembras. Siempre era una cosa
y otra, y otra... Sabíamos que debíamos cambiar los sistemas de
siembra, aplicar técnica, pero de eso nadie conocía qué cosa
hacer”.
Narra
que por entonces y a través del Citma les llegó un programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo, PENUD, para luchar contra la
desertificaron de suelos. A partir de allí se realizaron estudios y
cuando se supo lo que faltaba se elaboró el proyecto
Implementación de un Sistema Integral para Frenar los Procesos
Degenerativos y de Erosión para los Suelos de la Comunidad de La
Gloria. Luego cuando se demostró que era posible aplicarlo y se
sumaron productores interesados en cambiar de vida se recibieron
aportes que ayudaron a mejorar las siembras a través de casas de
cultivo, herramientas, sistemas de riego, facilidades para la
repoblación forestal, una mini industria para procesar las frutas y
desde ese punto se abrió campo a multiplicar la producción
agropecuaria y la alimentación de la población.
Junto
con esas pequeñas donaciones, explica Rosa, llegaron programas de
capacitación para los campesinos sumados al proyecto participando en
programas nacionales e internacionales de medio ambiente. También
intervino la presidenta del Consejo en un reciente intercambio de
saber y experiencia. presentando el tema “Desempeño de una
Delegada que acompaña a a su comunidad en La Gloria”. El proyecto
se extiende hacia Punta Pilotos, perteneciente también a ese Consejo
Popular.
Hoy
el PENUD trabaja en más de 170 países y territorios, ayudando a
lograr la erradicación de la pobreza, y la reducción de las
desigualdades y exclusión. Asistimos a los países en el desarrollo
de políticas, capacidades de liderazgo, asociación e
institucionales; y a crear resistencia con el fin de obtener
resultados en materia de desarrollo contribuyendo a iniciativas
locales para la ciencias en el sector agropecuario.
Para
estos momentos nuestra provincia cuenta con dos programas de este
tipo patrocinado por la ONU, este de La Gloria para la
desertificación de suelos y el de Playa Florida, encaminado a
recuperar los manglares.
Al
paso la vida en la comunidad se transforma sin milagros; nadie cree
ya que la gloria está en el cielo y aunque ahora son unos pocos
pasos, para iniciar el camino solo hay que dar el
primero
Pienso
en los antiguos y en los modernos pioneros de La Gloria. En los que
ayer sucumbieron en tierra extraña sin alcanzar el sueño y en los
que hoy luchan en su patrimonio por dominar el suyo, y pienso en
ellos porque mas arriba, en la colina, en el cementerio desde donde a
vuelo de pájaro se ve parte del poblado, están enterrados decenas
de aquellos granjeros norteamericanos que hicieron posible la leyenda
de The Gloria City. Sus túmulos de piedra nos recuerdan otras
historias que pueden escribir nuevos pioneros cuando se tiene una
igual carga de esperanzas,De todas formas nunca se llega a la gloria
por un camino de flores.
Fotos
Orlando Duran Hermandar,
Foto
1 (3246)
Antonio
y Elida; “Hay que tener siempre en la mente que si no trabajas no
hay desarrollo y si no aplicas técnica, mucho menos” dice el
esposo.
2.-
(3416)
“Si
en un principio nunca pensamos incrementar tanto la producción,
ahora ya sabemos cuanto podemos hacer” y Moimenta nos muestra los
resultados.
3.-(3428)
Dice
Isidoro que; “Lo principal es que aunque estos terrenos no son del
todo buenos, cuando se le da cultura y conocimientos produce cuanto
usted quiera”
4,.
(3292)
Retrato
de familia; Rosa, Elida y este periodista
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