A lo largo de los años nuestra ciudad se
las ha sabido arreglar para practicas con mediano o pleno éxito el
autobloqueo. Tanto es así que en lo actual asoman atisbo de ese
patrimonio que nos facilita poner las cosas difíciles a cualquier
hora y en cualquier época del año.
Una vez fue ocurrencia convertir a Camagüey
en Ciudad Jardín. Bella idea. Se construyeron cientos de canteros de
todos los tamaños sobre nuestras aceras. Mientras mas grandes mejor.
A la larga hubo que demolerlos pues los casos de contusiones y
fracturas aumentaron en los cuerpos de guardia de los hospitales.
Otra vez se autorizó.o la circulación de vehículos por la calle
República en las dos direcciones. Resultado: mas de 300 accidentes
de transito en menos de dos meses. Otra vez se prohibió la
construcción de rampas en las aceras para la salida de vehículos
de casas particulares. Resultado; hoy existen mas de diez mil rampas
de esas en las aceras y el organismo que los prohibió ni cuenta se
ha dado de eso.
A veces tenemos la impresión de que las
normas y regulaciones urbanas y constructivas que se adoptan para ser
aplicadas se firman para luego tener el gusto de derogarlas u
olvidarlas. Por esa cuerda anda las obstrucciones en la vía publica.
Cualquiera instala un taller al aire libre frente a la puerta de su
casa, o utiliza las aceras como parqueo, área para fregar autos y
motorinas, deposito de escombros, mercado al aire libre, una mesa y
cuatro bancos para jugar domino, en fin.…
Si a las estadísticas nos atenemos, se
conoce como la presencia de las personas con la tercera o mas edad
forma parte casi mayoritaria en nuestra población. Higiene
Ambiental está como arando en el mar desde hace mucho para revertir
no solo ese demonio suelto que es el ruido ambiental, sino también
contra las barreras arquitectónicas que hemos colocado a diestra y
siniestra sin que nadie parezca molestarse de al menos echarle un ojo
a este tema, peligroso en la medida en que aumenta la edad de la
población.
Ahora de manera mas reciente motorinas y
bicicletas nos están circulando por la calle República, senda
peatonal construidas y embellecida por la Oficina del Historiador,
pero cuya custodia se carga a la cuenta de autoridades contratadas
para eso. Será tan difícil hacer cada cual lo que tiene que hacer
y mirar para donde se tiene que mirar?.
Este tema del autobloqueo en la ciudad, va
mas allá de las obstrucciones y huecos en las aceras. Esa arista es
solo lo que se ve en superficie. Por debajo y en tumulto navegan en
mar proceloso las indisciplinas sociales, matizadas y coloreadas a
bordo del burocratísmo, la tolerancia, la laxitud en aplicar normas
de conducta ciudadana, el irrespeto, la desfraudación a la confianza
el funcionario corrupto, la churricultura y tantas lacras de nuevo
tipo que dañan realidad y presencia del país que queremos hacer.
Seamos sinceros, autoridades a cargo de
pasar revistas a toda esta incultura que nos puede llevar al mundo
del nunca jamas, existen. Esta allí, al pie de obra, solo que parece
habérseles adormecidos los pies para calzar las botad de siete
leguas que necesitamos.
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