miércoles, 30 de diciembre de 2020

Una pelea cubana contra los demonios.

 



Desde donde vivo a mi centro de trabajo hay seis cuadras. Ayer de mañana hallé en la ruta, convenientemente posicionados en diferentes esquinas, a tres carretilleros con ofertas abundantes en viandas, frutas y hortalizas. Se me ocurrió un experimento. A los tres les hice la misma pregunta.

-----¿Dónde está el listado de precios?

Respuesta uno ; Ne, yo acabo de llegar y ahora es que empiezo.

Respuesta dos; ¡Caramba, yo sabia que algo se me había quedado en la casa!.

Respuesta tres: ¡He!…¿y tu quien eres?

Lo peor y malsano es que ninguna de las personas arremolinadas en torno se solidarizo con mi pregunta. Ni protestó. Ni chistó. El silencio de los corderos

Por semanas, meses y aun antes, la prensa sin paños tibios no deja oportunidad para incriminar hasta el cansancio un tema que a como se propaga cualquiera creería que se trata de una pandemia paralela la Covio,19.

Basta seguir esa prensa en cualquiera de sus ediciones para ver, escuchar y leer sin tapujos imágenes y opiniones a tiro directo contra la enferma inflación de precios que padecemos, solo que, contrario a la COVID 19 ésta es enfrentada con fuerza y tomas de posición, rápidas y eficaces, mientras que aquella otra, descarado ”morbo”, navega aun, a pesar de que el tiempo sin tiempo nos deja para escapar de el, en agua borrascosa del andar buscando, aun a estas alturas, estrategias, medidas y análisis cuando, como los partes meteorológicos ante la cercanía de una tormenta tropical , ya el pueblo en general y los periodistas en particular estaban avizorando lo que se nos encimaba en la presencia de carretilleros inescrupulosos, deficiencias productivas, funcionarios blandengues y una corrupción descocada cuya presencia enrarece el medio. Hoy se impone mas que nunca no mentir y decir la verdad y la verdad es que ya este tema del escamoteo de precios, la estafa de productos, la indiferencia oficial y la generalización de un oportunismo sin control debilita la sociedad ya alarmada.

La elevación de precios que atentan contra el bolsillo ciudadano, ¡y de que manera!, se somete aun a análisis cuando lo que se necesita es acción practica de Las autoridades diseñadas para estas tareas económicas, pues aunque mucho se publica que esta situación no se puede permitir la verdad es que aun se permite y en la calle no se encuentra la acción de la justicia

Cuba se encuentra abocada a una nueva política económica donde no bastan solo las buenas intenciones, y las regulaciones suscritas y tantas y tantas veces publicadas. El pueblo cubano entra en otro capitulo de su transformación social donde no basta la conciencia ciudadana sino el rigor de leyes que le permitan transitar, seguir hacia el porvenir por el que luchamos pero si al trasponer esa puerta arrastramos con nosotros la impunidad de escamoteadores capaces de hacer papelillos con la cívica y la moral ciudadana, vamos a llegar al siglo XXII hablando de lo mismo con lo mismo. Si ahora decimos solo a medias la verdad de porque aun no se actúa con toda la firmeza de la Revolución, no lo dude se esta aupando una mentira verdadera.