La comunidad científica creyó en un principio que los dinosaurios habían sido lentos y de sangre fría, pero hoy la mayoría de las investigaciones realizadas indican que la generalidad de los dinosaurios eran animales activos con metabolismo elevado y numerosas adaptaciones para la interacción social, formas de convivencias y categorías grupales y lo peor, sin complejos de inferioridad.
Una cosa es segura, no todos los dinosaurios depredadores han desaparecido, pues si bien especies como espinosaurios, triceratops y tiranosaurios pasaron al estado de parque jurásico, hubo otros ejemplares, con independencia de las aves, que se las arreglaron para llegar a días como hoy gracias a su hábil adaptación para interactuar entre nosotros. Me parece bien referirme en este ejercicio paleontológico a tres tipos de camaleónicos lagartos que conviven impunemente en sociedad e incursionan donde menos nos lo imaginamos, por ejemplo, los peligrosos predadores de de la especie Serruchosaurios, la familia de los Sinflictivosaurios en diversos géneros y el tenaz Burocretasáurio; aunque sin duda debido a mutaciones cíclicas otras especies se hallan dispersas en cualquier lugar donde puedan alojarse y depredar