jueves, 27 de junio de 2013

Un mazo de habichuelas en el reino de este mundo




Hace unos pocos días disfrutaba yo de un programa de televisión sobre Oceanía.
Da gusto ver tantos cientos de islas extendidas sobre el inmenso océano Pacífico con sus pueblos, culturas, lenguas e historias diferentes, dispersos todos como un juego de yaki al otro lado del mundo.


Junto con el paisaje y el texto del documental hubo entrevistas. Es interesante oír a esos pobladores hablar entre otros temas de su economía popular donde manejan con soltura transacciones comerciales en onzas y kilogramos cuando uno piensa que dado su desarrollo y aislamiento, en algunas de esas islas apenas podrían llegar a esa etapa superior que es ese necesario sistema universal de pesas y medidas.

Y entonces me asaltaron dudas que quiero compartir con ustedes.
¿Será acaso que nuestro reino no es de este mundo?.
¿En qué nebulosa navegamos? 
 
Lo digo porque como nuestro país no está aislado ni mucho menos como los melanesios, los polinesios y los micronesios en distintas regiones, como por demás contamos con un unicosolo pueblo con idéntica cultura, historia e idioma y como además nos proclamamos abanderados del desarrollo económico y social, a veces a uno le cuesta trabajo aterrizar en el presente y ponerse a tono con la cosa.

martes, 18 de junio de 2013

Desalojo colectivo de viviendas en Camagüey




La percepción de Ovidio Piñeiro Ramos es prodigiosa. Ni el más mínimo detalle del desalojo ni de los hechos sucedidos hace varias décadas escapan de su memoria.


A los 85 años este hombre tiene el don de reproducir imágenes que tocan las fibras más íntimas del interlocutor sobre aquel ambiente citadino en que vivieron doce familias en la antigua fábrica de hielo “El Nuevo Fénix”, del reparto Las Mercedes, hasta un día en que efectivos de la guardia, por petición de los dueños, dieron un plazo de 24 horas para que abandonaran el lugar.

Piñeiro, quizás el único testigo excepcional con vida del despido, testimonia que los propietarios de la planta no residían aquí, pero que tenían sus representantes en Camagüey que corrían con la Sociedad Anónima.