jueves, 21 de mayo de 2015

La primera empresa cubano – norteamericana creada luego de 1959



Una mañana de febrero de 1957 Gilberto Silva Taboada, tranquilo biólogo vinculado a la Escuela de Ciencias Naturales de la Universidad de La Habana, estudioso de los murciélagos y miembro de la Sociedad Espeleológica de Cuba, fue sorprendido cuando sin previo aviso fue invitado con carácter de urgente a una suite del hotel Habana Hilton por los abogados de la firma Jova-Vega Penichet, representantes en Cuba de los negocios del norteamericano Jacobo Jack Arvey, influyente político de Chicago, por entonces presidente del Partido Demócrata de los Estados Unidos de Norteamérica y a la vez audaz industrial.

sábado, 9 de mayo de 2015

Florida, sede del provincial por el Día Mundial de la Cruz Roja



El relevante trabajo desarrollado para la preparación de comunidades de difícil acceso y el desarrollo de análisis de vulnerabilidad y riesgos, así como la fortaleza que representa su voluntariado, otorgaron al municipio Florida la sede del acto provincial por el 106 aniversario de la fundación de la Cruz Roja.
Los territorios de Minas y Guáimaro también resultaron destacadas en los trabajos desplegados durante el pasado año.
La presencia de la organización humanitaria en importantes ejercicios de adiestramiento y las acciones para apoyar numerosos eventos políticos, culturales y deportivos en la población, significó la presencia de la Cruz Roja cuyas eficiencia ha quedado demostrada también con la ejecución de mas de cien cursos en comunidades, escuelas y centros laborales con temas sobre Socorro, Primeros Auxilios, Desastres, Apoyo Social y cambio climático, entre otros.

lunes, 4 de mayo de 2015

La casa de Camilo


 

Desde la medianía 1950 ya la familia Mendoza Reboredo ocupaba la vivienda marcada con el numero 5 A (actual no. 410) en la calle Segunda Paralela, entre Miguel Ángel Núñez y Alfredo Adan, en el reparto Vigía.
Por esos años Jorge Enrique era maestro de Historia y yo estudiante desocupado, pero ambos habíamos matriculado en la Escuela Profesional de Periodismo y como éramos vecino de barrio encontramos bien estudiar juntos en su casa. Con cada examen esas sesiones arreciaban y como Jorge Enrique un tenaz alumno no pocas veces me costaba trabajo seguirlo en aquellas sesiones que duraban hasta la madrugada.