Puede
que usted sepa
que las conchas de las caracolas, aunque no todas son iguales, la
mayoría son espiriladas y caracterizadas por una univalva fuerte y
sólida, constituida por carbonato de calcio y su apariencia puede
ser brillante, esmaltada y de colores agradables y vivos. La concha
puede presentar una serie de ornamentaciones en orificios, surcos,
canales y ondas y todo ello para inspirar el sueño de quienes a
través de ellas escuchan las voces del mar.
Estoy
seguro que en mas de una ocasión Humberto Suárez Díaz, fue atraído
por el oleaje remoto, pero este platero y relojero, detallista del
arte mínimo, enamorado de sirenas y caracolas, tomó la iniciativa
de traernos desde las playas el arte de la escultura.
Por
años Humberto se ha dedicado a tallar pacientemente las conchas y
convertir en joyas lo que la Naturaleza nos regala con cada resaca.
Artesano de primera linea este artista lugareño nos muestra una
variedad infinita de obras que van desde estudios calados a lámparas,
servicios de cristalería, esculturas , adornos de mesa, candelabros,
bisutería femenina y hasta útiles de gabinete con una genialidad
poco común y no muy repetida en el mundo.