Con
salvas de artillería en el potrero de Jimaguayú y la presentación
en ese histórico lugar de los miembros de la primera asamblea
provincial del Poder Popular de Camagüey, concluyo en la tarde del
domingo 7 de noviembre de 1976 el programa que instituía en nuestro
territorio y en todo el país el proceso de gobierno que estrenaba
una nueva estructura encaminada a consolidar la revolución cubana,
partiendo de los derechos y deberes de la democracia participativa.
Esta
causa comenzó a ser conocida por la población desde mediados de ese
1976 con el inicio de informaciones periodísticas al respecto,
añadiendo características de circunscripciones, consejos populares
y de las nuevas provincias creadas. Esa campaña se fue incrementando
hasta que se lanzó la convocatoria de elecciones el domingo 10 de
octubre para elegir primero a los delegados a las asambleas
municipales del Poder Popular
Motivados
y esperanzados con el nuevo estilo de gobierno que permitía abrir el
diapasón de dirección y el acomodo en las condiciones particulares
de cada territorio, asistieron a las urnas ese día en todo el país
5 655 837 electores para designar a 7 886 delegados, de los que solo
el 6.6% eran mujeres.