lunes, 20 de enero de 2020

Camagüey; ciudad autobloqueada.



A lo largo de los años nuestra ciudad se las ha sabido arreglar para practicas con mediano o pleno éxito el autobloqueo urbano. A pesar de buenas intenciones en por tantas y por cuantas regulaciones dictadas por el gobierno local en una u otra oportunidad, en lo actual aun asoman atisbo de ese patrimonio que nos facilita poner las cosas difíciles a cualquier hora y en cualquier época del año en temas del deambular callejero. 


 

A veces tenemos la impresión de que las normas y regulaciones urbanas y constructivas que se adoptan para ser aplicadas en nuestra ciudad se firman para luego tener el gusto olvidarlas. Por esa cuerda anda las obstrucciones en la vía publica. Cualquiera instala un taller al aire libre frente a la puerta de su casa, o utiliza las aceras como parqueo, área para fregar autos y motorinas, deposito de escombros, mercado al aire libre, una mesa y cuatro bancos para jugar domino, en fin.
Sobre el tema y ya cerrando el año nos escribió Olga Cabrera, quien en síntesis relato un percance sufrido en la calle República a causa de patinetes veloces en circulación. Ella cuestiona la atención que se presta al orden en esta populosa vía.
Si a las estadísticas nos atenemos, se conoce como la presencia de las personas con la tercera o mas edad forma parte casi mayoritaria en nuestra población. Higiene Ambiental está como arando en el mar desde hace mucho para revertir no solo ese demonio suelto que es el ruido ambiental, sino también contra las barreras arquitectónicas que hemos colocado a diestra y siniestra sin que nadie parezca molestarse o al menos echarle un ojo a este tema, peligroso en la medida en que aumenta la edad de la población.

Ahora de manera mas reciente motorinas y bicicletas nos están circulando por la calle República, senda peatonal construidas y embellecida por la Oficina del Historiador, pero cuya custodia se carga a la cuenta de autoridades contratadas para esto. Sin embargo, mire qué cosa, hemos conocido que la autoridad contratada para mantener el orden en estas y otras áreas, el Servicio de Protección del Consejo de la Administración Municipal, Ceprocam, es aproximadamente elemento decorativos, pues no les protege la autoridad alguna para imponer multas a los muchos violadores con los que a diario deben enfrentar en buena lid apelando mas a la conciencia del individuo que a la Ley.
Por otra parte este tema del autobloqueo en la ciudad, va mas allá de las obstrucciones y huecos en las aceras. Esa arista es solo lo que se ve en superficie. Por debajo y en tumulto navegan en mar proceloso las indisciplinas sociales, matizadas y coloreadas a bordo de la tolerancia, la laxitud en aplicar normas de conducta ciudadana, el irrespeto, la churricultura de la que mucho hay que hablar y tantas lacras de nuevo tipo que dañan realidad y presencia del país que queremos hacer.
Seamos sinceros, autoridades a cargo de pasar revistas a toda esta incultura que nos puede llevar al mundo del nunca jamas, existen. Están allí, al pie de obra, solo que parece habérselo adormecidos los pies para calzar las botad de siete leguas que necesitamos. Fidel nos monstruo el camino que nos conduce a cambiar todo lo que deba ser cambiado. Muy bien. Pero cuándo.?

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