La
pandémica presencia de la Covid 19 estremece hasta los cimientos
nuestra únicasola casa. Sociedad y economía se encuentran sobre el
filo de una navaja que vamos sorteando a pulso en equilibrio entre
eficiencia y tropiezos.
En
nuestro criterio la presencia de esta epidemia, que sin dudas ya es
referencia en la historia nacional para un antes y un después, ha
destapado un anverso y un reverso en nuestra forma de ser y hacer en
dimensiones que aunque pudieran parecer divorciados en superficie,
forman parte del igual drama. Mañana se hablará en viejas memorias
de estos esfuerzos que hoy surcan serias amenazas. Ya se verán en
fotos y algún programa de televisión.
Existen
numerosos botones de muestras. Un anverso de la epidemia esta
representada por la sacudida dada a la sociedad científica en
general, desde el surco al laboratorio. Desde el torno a la
computadora. El salto con intenciones de desarrollo ante necesidades
urgentes del paisanaje es incuestionable. Es en este capitulo donde
se ha mostrado hasta donde la ciencia medica en Cuba ha descollado en
el curso de todos estos años en bloqueo. Es esta estrategia de
incremento junto a la presencia partidista y gubernamental la que nos
permite bordear la tragedia que a todos amenaza sin excepción de
edad, sexo o credo, Las cifras que cada cual tiene a mano son
abrumadoras.

El
revés se encuentra en el lado oculto de la luna. Allí hacia donde
por años infinitos el pueblo como paciente único enfocó sus
críticas, quejas y sugerencias perdidas por lo general en el nunca
jamás del oportunismo burocrático, a quien el ordenamiento del país
sorprendió infraganti en el hamaqueo enquistado por décadas. La
Covid19 les dejó las nalgas al aire a funcionarios y dirigentes
incapaces que en tránsito muelle unos y de charlatanes otros,
parecen adormecidos ante la realidad, anclados firme en sus oficinas,
llenando gavetas de papeles irresolutos y al parecer con la única
misión de crear consignas como muros de contención empedrados con
frases descreídas como: “estamos
tomando medidas”: “se va a estudiar este caso”: “esperamos
orientaciones”:, “le estamos dando seguimiento al asunto,”.
bla, bla, bla…..y todo por supuesto sin interés ni calor humano.
Este
mal ya es patrimonio del desgaste ciudadano ante insensibilidades y
desatención, solo que ahora, con la ofensiva partidista salta a
capítulos de primera plana. Hoy por mucho, con excepciones, se
trabaja mal, poco se atiende y nada se chequea, lo acaba de decir
Ariel Santana Santiesteban, Primer Secretario en la provincia durante
una de las ediciones de participación ciudadana Toque
de Clarín,
quien ha llamado en mas de una oportunidad a los gobiernos
municipales, que es donde comienza la cadena de desajustes, para
intervenir con mano firme y ganar en agilidad para resolver los
problemas de sus territorios. Yo me permito añadir y también la
urgente necesidad de deshacernos del manido y cómodo síndrome del
pichón, con la boca abierta esperando que la comida le caiga desde
el cielo.