jueves, 19 de enero de 2017

Para no hacer lo mismo pido la palabra




En realidad el tema es no ser gracioso, sino caer en gracia, y que sepamos no siempre la crítica periodística cae en gracia. Como regla, hoy en día el ejercicio de la critica periodística en Cuba aun choca la más de las veces con los resultados de una cultura cada vez más decadente ante la critica que obstrucciona la capacidad de asimilarla, en este preciso minuto en que el espíritu revolucionario rompe las trabas del secretísmo, el burocratísmo y el mongolismo del monopolio de las comunicaciones sociales.
 
A pesar de esa corriente adversa, la nueva visión del mundo que nos rodea obliga a un periodismo que haga llegar de alguna forma a la reflexión. Por años luchamos con el escudo de la discreción comprensible a causa de las amenaza de los tantos enemigos de la Revolución, pero para algunos ese escudo fue la perfecta cobertura para la depredación y por eso lo mismo era secreto de estado la compra de un tanque de guerra que el precio de las pizas de queso en la ecochinche de la esquina.
Hace muy poco publicamos los fueros y desafueros acumulados por diversos organismos a lo largo del 2016 en la sección Catauro, incidencias producto de quejas de lectores insatisfechos, defraudados o desorientados y por las respuestas de las propias instituciones a esos señalamientos. Entre quienes encabezan la lista se hallan Acueducto y Alcantarillado, Comunales, la Vivienda, etc, etc. cosa nada extraño si tenemos en cuenta el protagonismo y responsabilidades en nuestro quehacer cotidiano de esos organismos. Por supuesto que en la parte de allá hubo “hociquitos” y ceños fruncidos porque si de verdad tiene el cubano algo bien establecido es el gusto por la critica, siempre y cuando sea para el otro. Eso no falla.
Luego, el pasado 14 de enero, escribimos en un comentario de Catauro que; “A lo que parece, Acueducto y Alcantarillado andan de correcaminos por esta o aquella zona de la ciudad solucionando tupiciones, pero sin un programa que permita ir metódicamente limpiando alcantarillas. En realidad son cosas urgentes las que trata de solucionar. Pero, ¿es siempre lo urgente lo más necesario?”. Hubo comentarios ácidos porque, ¿cómo es posible que el periodista no sepa que existe un programa, un proyecto, una planificación, una estrategia. Qué es eso de andar de correcaminos?.
Sin embargo, cómo no invitar a la reflexión para afinar la puntería cuando todos sabemos la situación del alcantarillado de la ciudad y de los pobres recursos que tiene a mano esa empresa para enfrentar la situación. Hay cosas ya que tienen que cambiar porque si hasta ahora la estrategia aplicada no ha logrado soluciones, esa estrategia debe ser cambiada. Y sí, por años la empresa de referencia se ha desgastado e “incinerado” cuadros de dirección sin avances; tengamos en cuenta que con cada año la red de suministro y evacuación de aguas es mas vieja y la ciudad mas grande. Por eso, si la planificación aplicada hasta hora no ha resultado, hay que cambiarla desde la raíz.
Dejémonos de orgullos infantiles, de temor a equivocarnos, de eludir realidades. (que nos disculpe Acueducto por tomarles como material de estudio porque el tema va dirigido a todos por igual y cada cual sabe lo que le toca en esto ) Rectificar es de sabios, aprendamos que los errores lo son según como se miren;todo error es en realidad un nuevo punto de partida, una experiencia de lo que diseccionamos lo bueno y lo malo. El caso no es pedir la palabra para justificar, sino para reconocer y avanzar, de no aplicar esta filosofía volvemos a lo mismo de lo mismo una y otra vez y de verdad, todos nosotros coincidimos en que ya estamos mas que agotados y desgastados de seguir haciendo lo mismo. ¿Cuesta tanto trabajo proponerse un cambio de pensamiento y acción? .


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