Para días como estos de fin de año, no he
conocido a nadie que haya hecho al menos un buen propósito de cambio
en su vida o que se recrimine con el aquello de; !Caramba, como se me
ido el tiempo!.
Vamos por parte.
Lo primero. Los propósitos están muy bien
al momento de suscribirse y hasta les damos toda la seriedad que
merecen. Sin embargo ya se sabe que estas buenas intensiones,
cualquiera que sean, no pueden prenderse con alfileres pues nada
sirve para nada si detrás no hay acciones concretas de hacer que va
mucho mas allá de solo pensar.
La lista de aspiraciones que nos permita
mejorar algo de la vida puede ser infinita, pero de ellas muy pocas
se llegan acaso a cumplir. En realidad y a la hora del compromiso de
yo con yo, algunos de estos deseos nos parecen sencillos de hacerlos
realidad. Por ejemplo; saber decir más a menudo “no”; dejar de
tomar como algo personal las críticas que nos hacen; sonreír
despreocupadamente cuando al final del mes la dirección de nuestro
centro de trabajo no nos da la estimulación que esperábamos.
¿Verdad qué parecen compromisos fáciles de cumplir?. Pruebe para
que vea.
Un buen tema de fin de año seria a
aprender a dejar de hacer propósitos que no vamos a cumplir.
Las ideas de peso completo ya requieren una
mayor fuerza de voluntad y por eso pocas veces se realizan aunque
cada año están en la lista de pretendientes, por ejemplo. Ser más
disciplinado para las cosas que me propongo; sonreír más y quejarme
menos; No envidiar lo que tiene mi vecino; dejar de creer que somos
el ombligo del mundo; ayudar mas a mi pareja en los quehaceres
domésticos; ser menos egoísta. Como usted ve, a simple vista
parecen cosas nada difícil de cumplir. Muy bien, escoja uno de
ellos e incorpórelo a sus propósitos de este año y luego saque
sus conclusiones
Confieso que al menos hace 40 años que me
estoy comprometiendo a tratar de ser mas simpático entre mis
compañeros de trabajo. Negativo sigo siendo el mismo aguafiestas de
siempre.
Lo segundo .En cierta ocasión alguien
preguntó a Galileo Galilei cuantos años tenia. Ocho o diez,
aseguro el insigne científico. Y luego
explico; Tengo los años que me faltan por vivir, porque los vividos
ya no los tengo, como no se tienen las monedas que se han gastado
Por esto conviene disfrutar cada día como si fuera el último. El ayer ya se fue y el mañana no ha llegado; ¡Aprovecha el Hoy! Pero sucede que por lo general nos quejamos de que el tiempo sin tiempo nos ha dejado cuando en realidad somos nosotros quienes lo dejamos ir y esto por lo general se debe s que todo lo vamos dejando para mañana, para luego, para después, y sucede que mañana, luego y después nunca llegarán por esta realidad de quedar todo en el futuro.
Por esto conviene disfrutar cada día como si fuera el último. El ayer ya se fue y el mañana no ha llegado; ¡Aprovecha el Hoy! Pero sucede que por lo general nos quejamos de que el tiempo sin tiempo nos ha dejado cuando en realidad somos nosotros quienes lo dejamos ir y esto por lo general se debe s que todo lo vamos dejando para mañana, para luego, para después, y sucede que mañana, luego y después nunca llegarán por esta realidad de quedar todo en el futuro.
De todas formas siempre estimula saber que
con el aquello de año nuevo, vida nueva, somo capaces, al menos de
tener buenas intenciones con independencia de cumplirlas o no y lo
mas importante, aunque el tiempo transcurra de prisa, los encuentros
de fin de año dejan eternos instantes n nuestros corazones porque no
es que lleguemos a un momento de la vida, o a una de las estaciones
del año, llegamos en verdad a un estado
de paz y generosidad del espíritu en el cual comprendemos que se
cambia de casa, de ropa, de zapatos, de mes, de trabajo, de año;
pero nunca de familiares y de amigos. ¡Feliz año nuevo!
¿Cuál
sera su principal propósito para el 2018?
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