lunes, 18 de junio de 2018

Rebelión contra el silencio de los corder


Las lozas para falso techos llegaron a la ferretería. Apenas entraron al almacén ya un comprador avisado adquirió casi toda la carga con la complicidad de los encargados de la venta. A las puertas de aquella carnicería aparece un listado de precios de lo que oferta, pero junto al mostrador estos valores en nada se parecen a lo enunciado en la tablilla. Por otra parte es una buena broma aquello de que los productos del agro, según su calidad, tienen diferente precio. Y dígame si no es frecuente que el arroz o los frijoles de la canastas básica nos lleguen convoyado con piedras, tornillos o hierbas.
 
En el capitulo de los pesos y medidas la situación es igual de complicada pues mostrador de por medio el escamoteo recuerda el manido aforismo de viejos magos; “Mientras mas miras, menos ves” y todo esto y lo anterior y lo mucho mas con un habitual escenario del mal trato. El irrespeto. La engañifa descarada y el aumento de precios de sí porque sí pareciera un mal habitual de nuestra economía. Fulleros, chanchureros y malversadores han creado redes que aunque no invulnerables si resultan difíciles de penetrar pues incluso en algunos casos la complicidad silenciosa o tolerante de la propia población inclina la balanza a favor de quienes nos roban y zarandean a su gusto.
Sumemos a lo anterior que la inspección estatal no siempre cumple con el papel que le corresponde. Que muchas de las inspecciones “sorpresivas” no son tales y que el pueblo no deja de sospechar posibles ciertos maridajes entre supervisores y fulleros porque si no, ¿cómo es posible que por años y a pesar de quejas de la población ventiladas unas con ardor por la prensa y otras a través de cuestionadas oficinas estatales para el caso, la situación mas que mantenerse se haya agravado?
Estamos diciendo que estos temas de consumidores y clientes parecen formar parte del patrimonio histórico del país, pues desde 1979 en Articulo 227 del Código Penal, que en ese año entró en vigor, advierte que aquellos que practiquen el engaño al consumidor serán sancionados con privación de libertad de seis meses a dos años o con multas de trescientas a mil cuotas, así como al que venda o ponga a la venta al público artículos incompletos en su composición o peso o deteriorados en mal estado de conservación. Cobre mercancías o servicios por encima del precio o tarifas aprobados por la autoridad u organismo competente, oculte mercancías al público o niegue injustificadamente los servicios que se prestan en la entidad, o sea, que desde hace mas de cuarenta años resbalamos sobre el mismo trillo.
Debemos definir que según la ley, consumidor es toda persona natural que adquiera, utilice o disfrute bienes de cualquier naturaleza como destinatario final, mientras que usuario es aquella persona natural o jurídica, que utilice o disfrute servicios de cualquier naturaleza. Vendedor o proveedor es toda persona natural o jurídica, de carácter público o privado, que desarrolle
actividades de producción, importación, distribución o comercialización de bienes o de prestación de servicios a consumidores y usuarios.
Durante años y sobre este tema Catauro, sección del periódico Adelante para el intercambio con la población, ha recogido y publicado en cifras concretas los avatares del sector del comercio, la gastronomía y los servicios en todas sus aristas, sin que el tema haya dejado de estar presente entre los primeros lugares de las demandas populares. En algunos casos recibimos y publicamos la respuestas que nos remiten las direcciones empresariales de los establecimientos o instalaciones involucradas con las quejas de la población, unas justificando, otras aun con discursos de barricada y aquellas enunciando medidas administrativas que a la postre nadie sabe si se aplican o no. Por supuesto que existen casos con la callada por respuesta.
Llega ahora para ser aplicada desde este mes de junio la Resolución 54 del 2018, cuerpo legislativo aprobado recientemente por el Ministerio de Comercio Interior con el objetivo de proteger el derecho de los consumidor, reto real para este ministerio si se tiene en cuenta que en el de cursar de los años ha intentado mucho mas de una vez establecer la disciplina (¿recuerdan los libros de quejas y sugerencias?)
Por supuesto que la Ley encamina a los consumidores y usuarios hacia la adquisición de bienes o servicios en mejores condiciones de calidad y precio que permita el mercado, tomando en cuenta las previsiones legales que rigen al acceso de bienes y servicios nacionales y extranjeros. Presente ha de estar la información suficiente, oportuna, clara y veraz sobre los diferentes bienes y servicios puestos a su disposición en el mercado, con especificaciones de precios, cantidad, peso, características, calidad, riesgos y demás datos de interés inherentes a su naturaleza, composición y contra indicaciones que les permita elegir conforme a sus necesidades, y todo esto con la promoción y protección jurídica y administrativa de sus derechos e intereses económicos y sociales, incluyendo la indemnización efectiva o la reparación de los daños y perjuicios atribuibles a los proveedores en los términos que establece la presente ley.
En su conjunto este documento tiene por objeto defender, y proteger los derechos e intereses de los consumidores y usuarios, contribuyendo a organizar, educar, informar y orientar a la población en su conjunto remarcando los ilícitos administrativos y penales y los procedimientos para el resarcimiento de los daños sufridos por causa de los proveedores de bienes y servicios y para la aplicación de las sanciones a quienes violenten los derechos de los consumidores y usuarios.
Al aplicar esta Resolución el Ministerio de Comercio debió reconocer que la recuperación del sector no se logra solo con buenos propósitos de documentos firmados y acuñados, sino que su aplicación compete también a la preparación e interacción de otras entidades en su conjunto. En realidad este es un tema en candela no solo por lo tan llevado y traído, sino por los intereses creados plantados a su sombra, por contubernios y padrinajes de una economía subterránea siempre presentida pero nunca desenmascarada. Es en realidad un tema mas serio y profundo de lo que muchos imaginan.
La nueva Resolución ministerial para la protección de los consumidores y usuarios llega en un momento oportuno y dotada de la fuerza legal necesaria para barrer tanto lastre y escoria que por años ha irritado a la poblacion, pero a pesar de ello nunca solucionado. Esperemos que ustedes y nosotros, ante el saqueo que hacen a nuestros bolsillos, el irrespeto y la burla al trato y a la calidad, aprendamos ya de una vez a rebelarnos contra el silencio de los corderos.

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