Un
derecho absoluto de la humanidad conquistado a lo largo de milenios
para aplicar en su desarrollo económico y social son los recursos
que la tecnociencia ofreció y ofrece a cada época.
Es
esa arista la que signa la transición de una a otra era, desde el
descubrimiento del uso del fuego a las sondas espaciales enviadas al
planeta Marte. Fue un largo camino a través de los siglos donde cada
paso representó escalones en ascenso hacia el presente en una marcha
cada vez más acelerada e inmediata.
Para
enfrentar los retos de la economía nacional y el desarrollo de la
sociedad Cuba toma como meta el trayecto que conduce a través de la
actividad científica, tecnológica e innovadora para participar de
manera efectiva en las soluciones a corto y largo plazo del
desarrollo sostenible.
Por
esa vía es posible alcanzar, en primera posición, la
autosuficiencia alientaria y energética con el uso eficiente del
potencial humano así como el desarrollo de nuevas producciones de
bienes y servicios, la satisfacción de las necesidades de la
población teniendo en cuenta la protección del medio ambiente, el
patrimonio y la cultural que a la vez forma parte del conjunto de la identidad nacional.
Sin
embargo la coherencia de ese propósito de vincular la ciencia con la
economía y el bienestar social, se ve impedida por el constante y
entorpecedor bloqueo que sufre el país para el intercambio de
tecnología, importación de bienes de consumo y productos necesarios
a la aplicación de los programas de desarrollo en el campo de las
ciencias.
Ese
bloqueo denunciado muchas veces en todas las tribunas internacionales
y sansionado por el conjunto de las naciones como despiadada
violación a la Carta de los Derechos Humanos, subraya el Artículo
27 de ese documento que dice; “ Toda persona tiene derecho a tomar
parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las
artes y a participar en el progreso científico y en los beneficios
que de él resulten”. Solo la violación de ese capítulo
representa un atentado a la dignidad y el derecho de la razón de
conciencia contra los seres humanos que en su conjunto tienen derecho
a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Debido
a sus esfuerzos y capacidad interna, Cuba ha demostrado que resulta
elevado su nivel de respuesta a los conocimientos necesarios para
seguir adelante en su empeño, sin embargo el bloqueo nos obliga a
seguir trabajar para resolver problemas que en oportunidades nos
resultan irresolutos obligándonos a buscar alternativas para las
vencer dificultades que cada día enfrentamos.
La
violación de los Derechos Humanos que también en la ciencia tiene
ejemplos, implica el de manera implícita el desconocimiento y el
menosprecio a las más elementales leyes de la sociedad dando origen
a actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad.
Como
en virtud de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el
ideal del ser humano es ser libre y gozar de sus libertades civiles y
políticas para utilizar junto con su inteligencia y capacidad la
ciencia como herramienta para luchar contra la miseria, ese propósito
no puede ser realizado sino se emplean las condiciones que permitan a
cada persona disfrutar de los los derechos civiles y políticos, así
como los derechos económicos y culturales.
La Carta
Internacional de los Derechos Humanos es un importante avance dentro
de la historia de la humanidad y marca una verdadera llegada a una
etapa crucial; la adquisición consiente para los hombres de su
dignidad y de su valor, sin embargo aun persiste la prepotencia y la
fuerza ciega empeñada en limitar las posibilidades de la humanidad
para alcanzar su plena libertad y con ello el seguro camino a las
estrellas.
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