La lupa sobre Timbalito

La rimbombancia de tal nombre, Alturas del Cerro, parece querer esconder en la cocina el repiqueteante origen de Timbalito, reparto que se halla a cuatro kilómetros al noroeste del centro urbano de la ciudad de Camagüey, acuñado entre la margen derecha del río Tínima y la línea del ferrocarril central.

Asentamiento que desde la década de 1970 se le permitió echar raíces sin orden ni concierto violando regulación y normas urbanas, y que hoy con algo más de 700 viviendas, se levanta llevando a las zancas desde el primer horcón plantado demandas de acueducto, alcantarillado, viales, electrificación, comercio, calles, escuelas, etc. etc. etc. Características socio-económicas-culturales que le han ganado la denominación de circunscripción compleja, otorgada por la Asamblea municipal del Poder Popular.

 

Mucho y todo tuvieron que ver con esta indolencia el dejar hacer de las instituciones asignadas por el Estado para estudiar, organizar y autorizar el desarrollo urbano, cosa de la que nuestro municipio tiene demasiadas manchas para ser ignorado.

Con alrededor de 2.7 kilómetros cuadrados y 2 100 habitantes oficiales Alturas del Cerro busca hoy su verdadera identidad en una amalgama criolla de familias de diferentes procedencias.

Timbaleros

Aunque divulga con orgullo su prosapia camagüeyana, Eriberto Díaz Carmenates, llegó durante los orígenes de Timbalito desde Amancio Rodríguez, en Las Tunas. “Yo me mudé aquí por el año 1965, cogí un solar, lo parcelé y construí dentro de un cayo de marabú. El reparto comenzó a crecer con gente que vino de todos lados”. Devenido en secretario del núcleo zonal del PCC 48 años después de su llegada, Eriberto reflexiona sobre la comunidad y nos comenta que por esos lares es bien difícil el trabajo político- ideológico con la juventud sobre todo por el número tan alto de familias disfuncionales que residen en el lugar.

 Desde Baracoa llegó Leyanis Matos Barroso, ahora enfermera del local del Médico de la Familia no.5. Preocupada por aplicar un serio trabajo comunitario que permita lograr otras condiciones de vida, apunta hacia el bajo nivel cultural que atenta contra esas buenas iniciativas. “Como aquí hay personas que no trabajan ni estudian y su nivel escolar es bajo, las ofertas de empleo no les atraen, ---señala Leyanis---. Por otra parte tenemos muchas amas de casa y adolescentes que salen embarazadas muy rápido. O sea que se embarazan las mujeres que más problemas tienen, las de retraso mental, esposas de alcohólicos y con más problemas económicos”, apuntó.

 “Por otro lado contamos con una población flotante de más de 400 personas y 346 viviendas ilegales, con una fuerza laboral concentrada especialmente en la fábrica de Tejas Infinitas y en el Mambí”, ---interviene el guantanamero Ramón Cintra Romero, Delegado de la Circunscripción 182, del Consejo Popular Agramonte – Simoni, núcleo principal de Alturas del Cerro, quien enfrenta bajos por cientos de asistencia en sus asambleas de rendición de cuenta y un abultado dossier de índices delictivos en la comunidad, incluyendo corrupción de menores---. Nosotros hemos perdido la credibilidad de la población porque los planteamientos se acumulan sin resolverse.” 

 Según el delegado, a los procesos de rendición de cuenta muchas de las entidades convocadas para que estén presentes en los debates se ausentan o solo se les ve de vez en cuando, entre estos la OBE, Planificación Física, Recursos Hidráulicos, Viales y Comunales, que son los más cuestionados. Asegura que; “la gran mayoría de entidades se preocupan por los planteamientos solo cuando llega el proceso de rendición de cuentas, pero durante el resto del tiempo se olvidan de que existimos. Es como si congelaran los problemas”.

“Se sabe que Timbalito es una circunscripción compleja pero no veo que tenga prioridad de apoyo gubernamental, ---interviene decidida la enfermera Leyanis---, contamos con dos consultorios médicos y una tienda, nada más, ni escuelas, ni un parque para que la gente se siente. Teníamos un placita que Acopio nos llevó hace como 5 años. Aquí lo único que campea por su respeto son la indisciplina y la ilegalidad”.

Dolencias e indolencias

Carencias, necesidades, dolencias e indolencias laten en la cotidianidad de los timbaleros sin que casi nada se haga por las autoridades competentes para transformarlas.

Un tema capital aquí es el transporte. La comunidad no tiene escuelas y las más próximas se ubican a casi dos kilómetros de distancia. Cada día los niños han de trasladarse en coches particulares dedicados a ese trasiego al precio de 70 pesos mensuales por pasajero.

 Esperando solucionar este tema el delegado hizo la solicitud a la Empresa Provincial de Transporte para que los camiones de pasajes que van al Micro Ignacio Agramonte lleguen en los horarios de entrada y salida de la escuela al menos hasta la fábrica de Tejas Infinitas, situada a unos 300 metros de la entrada del reparto a fin de facilitar a los pequeños el viaje y a sus tutores la economía. Pero se le respondió que los ómnibus no podían desviarse de sus rutas originales.

Otro tema se vincula con los abastecimientos, lo que en realidad constituye, como dicen los vecinos, un dolor de cabeza, porque aquí Comercio y Gastronomía no tiene ni un solo punto de venta, ni siquiera en divisa, de la electricidad ni se diga, eso anda de mal en peor.

No se puede hablar de planteamientos de la población en Timbalito sin hacer referencia al puente sobre el río Tínima, obra que les podría unir a la calle 25 de Julio, en el reparto Florat y ampliar sus vías de acceso al centro de la ciudad. El puente, al que desde hace 20 años le colocaron los cimientos, espera aun la terminación en el banco del olvido. 

 Atención o “¿Atención?”

“En el municipio Camagüey existen 50 circunscripciones que por sus características socio- culturales o económicas son más complejas que otras y ellas reciben atención con frecuencia mensual por la dirección del Gobierno”, nos explicó Yolexis Ramírez Sánchez, vice presidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular.

“Eso no significa que con esas visitas todos los problemas se van a solucionar porque muchos de ellos requieren inversiones complejas. En realidad esos recorridos nos sirve para tener un diagnóstico e intercambiar con los factores de la comunidad y adoptar acuerdos que tengan solución”, refirió.

Por su parte Mirna Sánchez Ramírez, Secretaria de la Asamblea del Gobierno en el municipio, dijo que con circunscripciones como Alturas del Cerro se ha intencionado un programas de atención cultural y deportiva a través de las instituciones a cargo.

Con los datos que extiende sobre su mesa de trabajo el Vice presidente considera que a pesar de estas y otras dificultades, en Alturas del Cerro se ejecuta un buen trabajo político e ideológico. Sin embargo en lo referente a lo contante y sonante, a lo que se ve y se toca, se camina por la cuerda floja cuando se enumeran contratiempos acumulados de diferentes dimensiones como los ya mencionados, y la gente que los vive no siente que se le de ninguna atención.

Casi al final de nuestra visita Yolexis afirmó; “En el orden social la Circunscripción 182 debe tener una proyección de reordenamiento a través del Instituto de Planificación Física y hacer un estudio para crear mejoras sociales. Esa es una comunidad que merece ayuda con una mirada diferente”.

Reflexiones al margen

En eso estamos de acuerdo. Alturas del Cerro o Timbalito o Llega y pón, o como quieran llamarle necesita de una ayuda pero concreta, no solo miradas y visitas. El equipo de periodistas que visitó en más de una oportunidad la comunidad esperaba mejores resultados del sistema de atención a las circuncripciones complejas. Aspirábamos a encontrar un grupo integrado por especialistas, profesionales de todos esos sectores capaces de ayudar a un lugar como ese con acciones pensadas , planificadas y organizadas sobre lo que desde hace mucho se sabe preocupa y duele, de chequear lo que para ellos se asigna y se sueña, de proyectos socioculturales, económicos No todas la vidas puede existir ese mito de que al reparto Timbalito no se puede entrar.

Con la colaboración de la Lic. Yurislenia Pardo Ortega 

Fotos: Otilio Rivero Delgado