Un
día comenzó el bombardeo y las calles se llenaron de muertos y
ruinas. Desde entonces y por mucho tiempo se mantuvieron las
explosiones, los incendios y entre los escombros quedaron
sepultadas decenas de familias enteras. De la ciudad escaparon los
sobrevivientes que pudieron hacerlo, pero a otros el terror les
cercó y ya no tuvieron salida.
“Yo
era el sub director de la empresa eléctrica de Daraa, en un ataque a
la ciudad cayeron dos bombas sobre mi casa. Con la segunda explosión
murieron mi hermano y su hijo. Todos los días había combates y la
ciudad quedo destrozada y desierta. Nosotros abandonamos la ciudad
junto con casi toda la población y estuvimos como dos meses viviendo
en el campo, bajo los arboles.”
“Mi
trabajo me obligaba, luego de cada bombardeo, ir a reparar el tendido
eléctrico porque es una de las cosas que se interrumpe con los
combates. Luego de aquel primer bombardeo entré a la ciudad con una
brigada de reparadores y pude llegar hasta donde había estado mi
casa. De allí no pude rescatar ni una cuchara. Todo lo que logró la
ciudad en miles de años se perdió en minutos. Mi trabajo se
convirtió en muy peligroso, porque a la hora en que se cortaban los
cables había que ir y te podían confundir de un lado el ejercito y
del otro los rebeldes. Si no reparabas los daños el ejercito te
podía acusar de ayudar a los rebeldes y si ibas, entonces los
rebeldes te tiraban por reparar la electricidad. La única solución
era emigrar o deambular con toda la familia como hacen miles de
personas”.
La
historia de la camagüeyana Lázara Pérez Pérez , la esposa de Kambar, es
más íntima; “Estamos aquí y aun nos parece imposible haber
escapado de tanta destrucción. Cuando cayó la primera bomba todos
estábamos en la casa. Tras la explosión no nos veíamos porque todo
estaba lleno de humo y polvo con un terrible estruendo y nosotros
gritábamos. Llamándonos espantados --- relata ella como quien
revive un sueño --- No creí que nadie iba a salir vivo de allí.
Después en la calle no quedaba nada, edificios derrumbados y
muertos. Eso fue la primera vez , pero luego llegó la guerra y el
bombardeo era terrible uno y otro día”.
En
la década de 1980 Burhan Kambar llegó a Cuba como estudiante, se
tituló de ingeniero eléctrico en la Universidad de Camagüey y
mientras realizaba sus practicas como graduado se casó con Lazara, residente en el reparto Julio Antonio Mella donde
vivieron algunos años hasta que en 1989 la pareja tuvo el primer
hijo, Mohamed. Al concluir Burhan su servicio social la familia viajo
a Siria, instalándose en la ciudad de Daraa. Casi 20 años después
estalló la guerra.
La
presencia de Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados.
Situada
al suroeste de aquel país, cerca de la frontera con Jordania y 100
kilómetros al sur de Damasco, Daraa se considera una de las ciudades
más antiguas de Siria. En el 2011 un manipulado movimiento
democrático árabe desató un conflicto entre el Gobierno y los
opositores al presidente Bashar al Assad que dio inicio a la Guerra
Civil que hoy en día con marcada violencia devasta el país con el
arrastre de una dolorosa crisis humanitaria. Solo durante el 2013 la
cifra de refugiados llegó a los dos millones, lo que convierte en el
mayor desplazamiento de cualquier otro conflicto en el mundo, por lo
que la
operación de asistencia a los refugiados de Siria
se ha convertido en una emergencia humanitaria internacional.
Ante
esa situación la oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados,
ACNUR,
a cargo de proteger y ayudar a las personas que huyen de conflictos o
de violencia
y promover soluciones duraderas a su situación, mediante el
reasentamiento voluntario en su país de origen o en el de acogida.
derecho al asilo y refugio contemplado en la Declaración Universal
de Derechos Humanos, ha trabajado con intensidad en torno a las
personas que por meses huyen de pueblo en pueblo antes de tomar la
decisión final de abandonar Siria.
“Fue
mi padre y mis hermanos quienes me dijeron; !Vete, eres el único que
puedes hacerlo. Aquí nos van a matar a todos. Pero tu vete!.
Nosotros te ayudamos.
“Irnos
del país es siempre doloroso --- refiere Burhan--- El nuestro es un
pueblo donde la familia se tiene en mucha estima. Somos muy unidos
incluyendo a los primos mas lejanos, por eso nos cuesta mucho dejar a
la familia detrás. Tampoco es fácil salir porque en las embajadas
hay dificultades con las visas debido a que todo el mundo quiere
salir. Cuba nos dio los documentos y pudimos viajar directo a La
Habana”.
La
Cruz Roja y la Media Luna Roja en Camagüey
En
el mes de octubre del 2013 un vuelo de Aeroflot trajo a familia de
Burhan compuesta por
seis personas, el matrimonio y los jóvenes
Esperanza, Marisol y Hansa, musulmanes nacidos en Daraa y Mohamed, el
hijo mayor nacido en Cuba, graduado de Ingeniero Civil y ahora
trabajando en el Líbano.
“En
ese propio mes y mediante un acta de colaboración con la ACNUR, la
Cruz Roja y la Media Luna Roja en Camagüey--- nos dice el Dr Vicente
Roque Alvarez, director provincial de la organización humanitaria---
comenzamos a prestar atención a esta familia de refugiados
otorgándoles alojamiento permanente en la vivienda donde
anteriormente vivían en el reparto Julio Antonio Mella, y que es la
residencia de la madre de Lázara.
“A
los refugiados acogidos por nuestra ciudad la ayuda humanitaria les
ha facilitado artículos de higiene, asistencia médica y facilidades
de alojamiento mientras se buscan soluciones para mejorar la vivienda
ya que viven en un apartamento muy reducido. También se hicieron
coordinaciones con Educación para facilitar el ingreso de los
jóvenes en el sistema de estudios y coordinaciones para incorporar a
Burhann a la actividad laboral. Por su parte Emigración y
Extranjería les facilitó los correspondientes carnés de identidad
así como el documento sobre sus derechos y deberes como residentes
extranjeros”
“Aparte
de que están muy bien en las asignaturas generales de química,
matemáticas y otras asignaturas generales del programa--- interviene
la Master en Educación Especial Yamilka Fernandez Bizuela---, a
Esperanza y Marisol les damos prioridad en las clases de Historia y
el Español, temas que van a necesitar en el resto de sus estudios,
pero que hoy desconocen. Prestamos atención al trauma emocional que
tienen, cosa que es bien perceptible en ellos .Vamos a significar que
el grupo de estudiantes de las aula donde se encuentran son muy
solidario con esta situación ya que desde el primer día les ayuda y
eso es una ventaja para su rehabilitación.general”.
En
lo actual y junto a la familia de Kambar Cuba acoge a otras cinco
familias de refugiados sirios asentadas en las provincias de Pinar
del Río, La Habana, Matanzas y, Cienfuegos.
El
pequeño Hansa cursa el sexto grado en la escuela primaria Enrique
José Varona, y apenas conoce una decena de palabras en español.
Esperanza
podrá estudiar medicina en Cuba, solo conoce lalengua árabe y sus
recuerdos de la muerte se van alejando. Ahora es alumna del Centro
Mixto Enrique José Varona y comienza otra historia en su vida
El Centro de estudios Enrique José Varona, en el reparto Julio Antonio Mella, acoge en sus aulas a los jóvenes sirios instalados en nuestra ciudad.
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