miércoles, 11 de febrero de 2015

Amor en hojas sueltas.



Valentín era un sacerdote que ejercía en Roma allá por el siglo III. El emperador Claudio, que al parecer no tenia muchas cosas que hacer decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque en su opinión los solteros sin familia eran mejores soldados. El religioso consideró que el decreto era injusto y desafió al emperador celebrando en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados). Ya puedes imaginar como debe terminar esta historia, Valentín fue ejecutado un 14 de febrero del 270 y en ese lugar los enamorados sembraron luego un almendro, que es el símbolo de amor y amistad duraderos. Desde entonces en esa fecha se celebra el Día del Amor o de los Enamorados, aunque no en todos los países un 14 de febrero.
 
No creo que el amor ideal entre el hombre y la mujer haya comenzado con aquella manzana obsequiada por Eva en el Paraíso, porque a partir de allí ni se sabe lo que nos han costado todas las otras manzanas.
Según la historia bíblica durante el proceso de la Creación el hombre fue hecho primero que la mujer. A mi entender esa iniciativa fue magnifica porque si llegan a ser ellas las primeras, de inmediato hubiesen metido la cuchara para opinar y criticar y nadie sabe como hubiéramos salido del horno.
De común los periodistas se meten con los baches,el pan, Comunales, las guaguas, las indisciplinas sociales y hasta con los vendedores ambulantes. Cosas inofensivas. Pero pocos o nadie se pone a hacer ovillos con el amor. Primero porque hay muchos intereses creados y segundo porque para hablar del amor hay que estar convencido de que el amor es una opción comprometedora porque no hay árbol que el viento no haya sacudido..
Según los cánones de la Cultura la vida comienza con una frase de amor. Eso puede que sea cierto, pero dígame si no es verdad que de un tiempo a esta parte ese tipo de amor de pentagrama pone en solfa aquellos poemas del romanticismo, de cuando las muchachas casi morían de amor y los hombres se batían. “Puedo tocar tu mano sin que tiemble la mía,/ Y no volver el rostro para verte pasar./ Puedo apretar mis labios un día y otro día/ Y no puedo olvidar”. Dirán que es cursi, pero que levante la mano quien no haya sentido alguna vez esos poemas resbalando sobre su alma como una jalea de guayaba sobre pan seco.
Esa debilidad luego se paga. Debemos reconocer que es un fastidio cuando luego de muchos años de matrimonio la media naranja nos recuerda delante de la gente las tonterías que de novio le decíamos y las palabras que escribimos en algún autógrafo. O los papelazos que hacíamos guardando florecitas y mechones de pelo. Ahora el amor es más practico y ortodoxo. Algo debe de estar pasando en las alas del amor que apenas si comprendo. Escuchen esta muestra de una romántica canción contemporánea; “Apenas sabes, amor/ lo que estoy mirando./ Se me tuercen los ojos. / He, he./ Um um. / !!Güiro!!”
¿Hay en verdad algo tan directo al corazón como eso de; !!Güiro!!?
La pasión también se trasluce en esta obra; “Eres bella/ bella bella,/ irremediablemente bella./ Eres bella bella./ Apasionadamente bella”. Por si no lo saben esta amorosa composición musical se titula Bella.
El amor tiene diversas etapas. Desde el aprendizaje hasta la inutilidad. Comenzamos por no saber qué cosa hacer con el amor. Luego sabemos como hacerlo pero entonces no nos sirve de nada. Esa es la edad en que las amigas jóvenes nos piden consejos para entender el amor. Cuando una joven nos pide consejos para entender el amor es porque ya somos inofensivos. Como los cangrejos en la arena luego de la tormenta. Hemos perdido las muelas y lo único que sabemos hacer bien es amagar.
El amor es ciego, dicen, ha de ser cierto, porque mirando bien las cosas, la cantidad de errores que se cometen solo es posible hacerlo con los ojos cerrados. Por eso cerramos los ojos cuando besamos. Al final de la historias es que nos damos cuenta de esa agua pasada, de nuestras horas de vuelo y del sexo desperdiciado.
Dicen que el el sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero no me negará que de todas las experiencias vacías que existen, esta del sexo es una de las mejores. Al cabo nos pasa como al Quijote, que recobró la lucidez cuando ya estaba para morirse.
A propósito, se dice que Cristóbal Colón se hizo a la aventura del descubrimiento para poner mar de por medio a causa de su esposa Doña Felipa Moniz e Perestrelo, cuyo nombre y apellido no deja dudas en torno al carácter de esta venerable señora hija, dicen, de inquisidores.
Permítanme reproducir esta historia. Encuestas recientes publicadas se inclinan a creer que Colón era soltero, porque de ser casado, dicen, la historia hubiera cambiado y nunca se hubiera descubierto América. De ser casado Colón hubiera tenido que escuchar estos comentarios o preguntas de Doña Felipa;
--¿Y porque tienes que ir tu, no hay otro que pueda hacerlo?.
!No creo que hayas sido tan imbécil que te hayas ofrecido de voluntario!
--!Nunca vas a ver a tu mama y ahora se te ocurre ir las Indias!.
--Todo lo ves redondo. ¿Estas loco o eres un idiota?.
--¿Y porque no puedo ir yo, si eres el jefe?.
--¿Solo van hombres? ...Será una comparsa de chernas.
--¿Y quien es esa tal María que se hace la Santa?. ¿Que Pinta en todo esto?
!Vamos no me vas a decir que ese cuero es una Niña!.
--No va a pasar nada porque el mundo siga plano. !Acuéstate de una vez y no jodas mas!.



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