El
29 de Agosto de 1959 Fidel decide acompañar al Dr. Antonio Núñez
Jiménez en una de sus expediciones a la Sierra de los Órganos, Pinar
del Río, donde Núñez está realizando algunas exploraciones
espeleológicas en torno a la caverna de Santo Tomás.
Admirado
por la belleza de la región geográfica Fidel entusiasmado proyecta,
sobre el propio terreno, el futuro turístico del lugar y concibe los
hoteles Los Jazmines y La Ermita, así como la red de comunicaciones
e instalaciones sociales y económicas que permitió sacar del
aislamiento la zona, olvidada de todos los gobiernos por siglos.
Durante
el recorrido y frente a los mogotes que rodean el valle de Las Dos
Hermanas, Núñez, que por años ha recorrido el inmenso sistema
subterráneo de Los Órganos, intercambia con Fidel sobre la historia
geológica de la región y se lanza la idea de construir en uno de
los mogotes el Museo de la Prehistoria a través de un gran mural
pintado sobre un farallón de aquel valle, obra que hoy es uno de los
principales atractivos turísticos y científicos del país. Al
atardecer de aquella intensa jornada pasan al valle de San Vicente
donde se trazan los proyectos del actual famoso Rancho San Vicente.
Al
siguiente día el recorrido se realiza en helicóptero sobre los
mogotes y los valles vuelta bajeros en el interior de los cuales y
debido a la fertilidad de sus suelos son utilizados por los vegueros
para el cultivo de su excelente tabaco. Atraídos por la inmensa
entrada de la cueva del Ancón que desde el aire se ve imponente
junto a altos farallones, la nave aterriza en el hermoso valle de ese
nombre, lugar donde desemboca un río subterráneo, dirigiéndose la
expedición hacia la cueva del Ciclón, Recuerda Núñez Jiménez que
mientras se explora la cueva numerosos campesinos de la zona
comenzaron a concentrarse en el primer salón esperando la salida de
Fidel, convirtiéndose aquella gruta en escenario de una
concentración campesina. De ese encuentre surge la construcción de
una escuela para los niños de las pocas familias que viven allí,
una tienda del pueblo y la carretera que les saca del aislamiento.
Ese
día se establece el campamento en el primer salón de la cueva de
Santo Tomás, que es una de las mas extensas del país. Allí el 31
de agosto, Fidel es visitado por el campesino Leandro Malagón, quien
por años ha sido guía de los espeleólogos en la región. Según
los apuntes de Núñez, Leandro le narra al Comandante en Jefe; “las
tropelías cometidas por el cabo Lara y sus secuaces organizados en
una banda contrarrevolucionaria.
Lara,
ex soldado de la tiranía y condenado a suerte por el Tribunal
Revolucionario por haber asesinado a 20 personas ha logrado fugarse y
ahora es alentado por la Radio Trujillo que lo ha ascendido a
Comandante”.
En
ese intercambio Fidel toma una decisión de extraordinaria
importancia histórica, narra Núñez, preparar y armar a doce
campesinos al manido de Malagón, para constituir en ese instante la
primera milicia campesina organizada por la Revolución.
Y
en efecto, poco después Lara y sus secuaces son capturados
convirtiéndose desde entonces la Sierra de los Órganos en baluarte
inexpugnable de la Revolución.
En
la continuación del viaje llegan a las lomas El Guanito, cubiertas
por un bosque de pinos, donde les espera el Comandante Antonio
Sánchez Díaz, Pinares,
jefe
del campamento militar instalado en las proximidades.
Sobre
ese encuentro Nuñez Jiménez nos regala una anécdota reveladora que
ni en broma Fidel admite la posibilidad de que la Revolución sea
derrotada.
“Pinares
en broma le pregunta al Comandante; --Fidel, ¿porqué no le declaras
la guera a los Estados Unidos?
--¿Y
para qué?
-Pues,
te has fijado lo paso con Japón y Alemania, donde después de atacar
a los Estados Unidos fueron derrotados.
--¿Y
qué?
--Que
después los Estados Unidos se hizo cargo de Japón y Alemania y les
ayudo a desarrollarse económicamente, así si Cuba los atasca nos
ayudaran también a desarrollarnos.
Y
Fidel, que escucha atentamente a Pinares le pregunta; ¿Y si Cuba le
gana la guerra a los Estados Unidos, qué?
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