La Habana, 28 dic
(PL) Múltiples personalidades de las artes exaltaron hoy la labor
del padre de la escuela cubana de ballet, Fernando Alonso, en
conmemoración del centenario de su nacimiento.
La pianista Alicia
Perea alabó la educación musical del maestro, cultivada desde la
cuna por una madre que lo dormía junto a un piano con la melodía
del segundo movimiento del Concierto número uno de
Chaikovski.
Diversos intelectuales admiraron el afán de saberes de Alonso, que lo llevó a dominar conocimientos de otras escuelas de danza y de ciencias como la anatomía y la psicología, en las cuales se apoyó para transmitir correcciones de acuerdo con el temperamento y cualidades físicas de cada estudiante.
Diversos intelectuales admiraron el afán de saberes de Alonso, que lo llevó a dominar conocimientos de otras escuelas de danza y de ciencias como la anatomía y la psicología, en las cuales se apoyó para transmitir correcciones de acuerdo con el temperamento y cualidades físicas de cada estudiante.
El historiador del Ballet Nacional de Cuba (BNC), Miguel Cabrera, recordó que el insigne pedagogo lo convidó en la década de 1970 a mostrar nociones básicas del ballet en más de 100 localidades del país e impulsó la fundación de la revista Cuba en el Ballet y de un programa radial sobre este arte, aún vigente.
La sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) acogió la reunión de profesionales que se sienten en deuda con el creador de la metodología de la escuela cubana de ballet, considerada una de las mejores del mundo.
El análisis de qué paso lo prepara a uno para el siguiente lo hizo él y yo recuerdo haberlo visto escribiendo, aseguró la hija Laura Alonso en un documental dirigido por Esther García.
También exhibió testimonios de numerosos alumnos como Aurora Bosch, Loipa Araújo, Mirta Plá, Josefina Méndez, Pablo Moré, e imágenes del maestro ensayando a generaciones actuales como las jóvenes bailarinas principales Grettel Morejón, Estheysis Menéndez y la primera figura Viengsay Valdés.
En el propio audiovisual, el crítico de arte Eduardo Heras evocó el rigor con que Alonso analizaba cada función y personalidades de la ciudad oriental de Camagüey elogiaron la exigencia del profesor cuando asumió la dirección de esa compañía y elevó el nivel técnico e interpretativo de los artistas.
Una exposición de anécdotas y fotos realizada por el vicepresidente primero de la Sociedad Espeleológica de Cuba, Ángel Graña, reveló aristas poco difundidas de Alonso, quien de joven participó en excavaciones en el Castillo del Príncipe y las cuevas de Paredones y Santo Tomás, la mayor del país.
Según Graña, Alonso no fue solo un miembro de su Sociedad sino además un gran devoto de la paleontología, pues le encantaba estudiar y clasificar fósiles.
La Premio Nacional de Danza 2005, Zenaida Armenteros, el pianista Uberal Herrera y el coro de la Academia de Canto Mariana de Gonitch, brindaron escenas de arte en tributo del amigo y pedagogo imprescindible, clasificado así por muchos de los presentes.
En Camagüey, la compañía de aquella ciudad donde Alonso decía haber renacido cual Ave Fenix, brindó una elegante gala en su honor en el Teatro Principal, bajo la dirección de la maÃˍtre Regina Balaguer.
Muchos otros alumnos también conmemoraron el aniversario del maestro en redes sociales como Facebook, con mensajes de agradecimiento y relatos sobre la vida y obra del fundador y primer director del BNC.
La bailarina principal Grettel Morejón escribió: en cada éxito de la compañía o escuela se esconde su mano severa y dulce, como tantas veces su presencia en nuestra historia. Detrás de un gran bailarín hay un excelente profesor.
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