Como
la búsqueda de riquezas estuvo sobre las brújulas de la conquista
de América, fue la explotación de ese mineral la primera actividad
económica realiza por los colonizadores.
A
pesar de ser un país relativamente pequeño, ;la isla de Cuba tiene
una larga trayectoria minera, sin embargo la extracción de oro desde
sus inicios nunca tuvo un impacto económico digno de considerar.
La
minería aurífera en Cuba se ha concentrado fundamentalmente en una
región extendida de Villa Clara a Holguín, siendo este ultimo
territorio el de mayor importancia para el país. Originalmente a
partir del siglo XVI hubo conocidos lavaderos de oro obtenido
directamente de los aluviones de ríos como Gibara, Jobabo, Guáimaro,
Agabama, Arimao y Guaracabuya.
Durante
los últimos años novedosas técnica se ha aplicado en la
investigación minera, especialmente aquellos yacimientos de mayor
interés económico como los metales preciosos. De esta forma, los
yacimientos de oro en Cuba han sido bastante estudiados desde el
punto de vista petrográfico, mineragráfico y químicos. A pesar de
esto, las implicaciones ambientales que puede representar la
aplicación práctica de esos resultados constituyen un desafío.
¿A
quien pertenecen los minerales en Cuba?
El
23 de enero de 1995 la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó la
Ley número 76 de Minas a fin de establecer la
política
minera y las regulaciones jurídicas de dicha actividad de manera tal
que garanticen la protección, el desarrollo y el aprovechamiento
racional de los recursos minerales en función de los intereses de la
Nación, trazando directivas obligatorias controladas por los
funcionarios del Gobierno vinculados con la actividad.
A
los efectos de la presente Ley se entiende por recursos minerales
todas las concentraciones de minerales sólidos y líquidos que
existan en el suelo y en el subsuelo del territorio nacional,
incluyendo el fondo y el subsuelo marino de todo el archipiélago. La
ejecución de esta actividad minera tiene en cuenta las atribuciones
que la legislación le confiere al Ministerio de Ciencia, Tecnología
y Medio Ambiente en asuntos ambientales.
Esta
Ley permitió crear la Oficina Nacional de Recursos Minerales, ONRM,
como institución con personalidad jurídica, adscrita al Ministerio
de la Industria de Energías y Minas que es la encargada de
fiscalizar y controlar la actividad minera y el uso racional de los
recursos minerales, así como controlar la ejecución de los planes
de preservación del medio ambiente y de las medidas para mitigar el
impacto ambiental. La Oficina de Camagüey, con carácter
territorial, tiene a la vez jurisdicción sobre Ciego de Ávila y Las
Las Tunas.
El
oro de Jobabo.
Cerca
de Jobabo, al sur de Las Tunas, se ha encuentra todo un grupo de
manifestaciones auríferas cuya estructura les hace factibles para su
explotación a cielo abierto. Sin embargo, bajo cualquier opción de
laboreo y beneficio, los yacimientos deben ser controlados, pues el
uso para ese fin de compuestos químicos nocivos y la proximidad de
embalses de agua y ríos que atraviesan la región son factores a
tener en cuenta por su alta peligrosidad.
Teniendo
en cuenta esos factores de riesgos, el Gobierno en la provincia de
Las Tunas ha organizado un grupo operativo para enfrentar esas
indisciplinas. Por eso y con esa idea la dirección el CITMA, en
coordinación la Oficina Nacional de Recursos Minerales, ha dictado
medidas preventivas orientadas a minimizar los daños ambientales en
el entorno a fin de proteger las parcelas agrícolas y las
comunidades. También son indicaciones esenciales la reforestación y
el monitoreo de las aguas subterráneas y superficiales.
A
pesar de esos peligros reales, la pequeña minería del oro no ha
dejado de ser practicada desde antaño por pobladores de algunas de
esas regiones; por lo que aun es notoria la presencia de lavadores de
oro en diferentes localidades utilizando productos químicos de alta
toxicidad. Por supuesto que ese laboreo minero se realiza de manera
artesanal, descontrolada y con numerosos riesgos para la para la vida
de las personas que la practican y de quienes residen en las
localidades aledañas a las excavaciones, además de provocar
considerables daños al medio ambiente, principalmente en la capa
vegetal y la cobertura boscosa de áreas vulnerables.
La
invasión de los comepiedras
Un
recorrido por algunas zonas de extracción muestra un paisaje
sumamente afectado. Al noroeste de Jobabo, en La Caobilla, la
depredación ha horadado cráteres, pozos y peligrosos túneles
sumando una lastimosa tala de arboles. En realidad ese sitio es
conocido desde hace mucho tiempo pues los primeros conquistFotos;
Gobierno Municipal de Jobabo.adores
españoles explotaban este yacimiento aurífero desde la segunda
mitad del siglo XVI.
Como
en estos momentos la invasión de picapedreros por cuenta propia en
el territorio tunero está originando incalculables daños al medio
ambiente, incluyendo la contaminación del entorno, las autoridades
en el municipio Jobabo han establecido un plan de acción para
contrarrestar esas ilegalidades en la extracción de oro, luego de
reconocer las afectaciones medio ambientales que la acción ilícita
ha provocado en los asentamientos donde ésta práctica se realiza,
con mayor medida en zonas enclavadas en Caobilla, El Jorge y Cinco
Lotes.
Sirven
además las medidas para restablecer el orden legal y la disciplina,
sancionando a los tenentes de tierra que incurran en la actividad de
minería ilícita o permitan que esta se desarrolle en las áreas
bajo su responsabilidad.
Del
picapedrero al joyero; una sola cadena.
Por
su parte la Asamblea Municipal del Poder Popular de Jobabo circula en
estos momentos un comunicado con el fiFotos;
Gobierno Municipal de Jobabo.n de enfrentar el asalto a su
riqueza minera, reforzando el combate a las indisciplinas sociales,
el delito y la corrupción.
Esta
una acción peligrosa, explica el documento, no solo por la manera
insegura y rudimentaria en que se realiza la extracción, sino por el
uso de sustancias nocivas a la salud y contaminantes del medio
ambiente para obtener el producto final.
En
realidad y tras estos improvisados “buscadores de oro” se
involucran muchas personas en una igual cadena delictiva, conexiones
vinculadas desde los excavadores hasta aquellos que adquieren,
revenden y procesan el mineral extraído, formando parte de un
conjunto delictivo cuyos resultados atentan de forma irreversible no
solo contra el patrimonio y la economía del país sino, lo que es
peor, por representar un daño a la salud de cientos de personas
inocentes propiciado por la actitud imprudente de unos pocos.
Fotos;
Gobierno Municipal de Jobabo.
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